“Hubo errores con las rebajas salariales”

Pablo Carrasco admitió que llevaba tiempo meditando la posibilidad de dimitir, pero la decisión definitiva la tomó este fin de semana. Los motivos, asegura, son “variados”, una suma de razones personales y profesionales. “Nunca hay un único motivo para una decisión de este tipo”, afirmó Carrasco, que compareció ante los medios dos horas y media después de anunciar su decisión en la red social Twitter.

Entre las razones que detalló para explicar su marcha está la exigencia del cargo y su repercusión en la vida familiar y la posibilidad de abordar nuevos retos profesionales. Sobre la mesa, dijo, tiene una propuesta para emprender un proyecto nuevo “vinculado” al ámbito de la televisión. Pero Carrasco no negó que en su decisión también haya influido cierto desencuentro con algunas decisiones adoptadas por el Gobierno andaluz, entre otras, la bajada de sueldo de los directivos de las empresas públicas.

La Junta estableció el año pasado para los directivos de entes públicos un sueldo máximo de 60.000 euros. Pero cedió a las protestas de Carrasco y fijó su sueldo para este año en 78.522,77 euros brutos, superior al del presidente de la Junta (63.808 euros), pero un 43% menor de lo que cobraba el director de RTVA en 2009. Carrasco insistió ayer en que el salario de los directivos no se fija con los mismos parámetros que el de los políticos y aseguró que en las rebajas impuestas “se han cometido errores”. “Se han tomado decisiones que yo no he compartido”, afirmó. El directivo admitió que el recorte salarial ha influido en su decisión, pero aseguró que no ha sido la razón principal. “Las condiciones laborales obviamente afectan en la decisión, pero no son el motivo”, dijo.

Sus palabras dejaron entrever que ha habido roces con el Gobierno. Cuando se le preguntó si se ha sentido respaldado por el Ejecutivo, Carrasco matizo: “Me he sentido respetado”. Y añadió: “He sentido el respaldo que debe sentir el director general de RTVA, que tiene una relación ineludible con el Gobierno, pero también debe tener independencia”.

Carrasco aseguró que en su decisión de dimitir tampoco ha sido decisiva la incertidumbre que pesa sobre la empresa, que afronta la negociación de un convenio colectivo y un negro panorama económico que va a obligar al futuro responsable del ente a adoptar duras medidas de ajuste. “Todo influye. Pero en estos cuatro años hemos tomado medidas durísimas. Si ha influido no ha sido relevante”, dijo. Sobre el conflicto abierto con los sindicatos, aseguró que ha habido “encuentros y desencuentros”, pero calificó la relación de “más que razonable”.

Antes de irse, Carrasco dejó un mensaje que podrán desempolvar los trabajadores si se cumplen los peores augurios que apuntan a un posible expediente de regulación de empleo en RTVA: “Con las condiciones actuales, creo que no es necesario un ERE”, sostuvo el todavía director del ente.