UGT advierte de un “año duro” por los recortes y el efecto de la reforma laboral

El secretario general de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, ha advertido que este año "va a ser mucho más duro" que los anteriores debido a que a las consecuencias de la reforma laboral habrá que sumar los recortes por valor de 1.200 millones de euros que prevé el Gobierno vasco en sus presupuestos.

Asimismo, Casado, ha reprochado al Gobierno Urkullu que, además de recortar, empiece a actuar como el Gobierno de Rajoy, vía decreto y sin debate parlamentario, como ha ocurrido en el caso de las condiciones de trabajo de los empleados públicos vascos.

En la misma línea, la responsable de Acción Sindical de UGT-Euskadi, Maribel Ballesteros, ha insistido en denunciar "ese doble lenguaje que el Gobierno mantiene ante la situación económica". Y es que, según ha explicado, por un lado "se le llena la boca con la necesidad de reforzar las políticas de empleo" pero, por otro, "parece que va a decidir, si nada lo remedia, recortes draconianos en materias tan importante como las políticas activas de empleo", un recorte que estiman del 24%, y también "en la política industrial de nuestro país".

Además de no apoyar las cuentas que propone el Gobierno vasco, los responsables de UGT han denunciado la ausencia de noticias sobre el futuro de la mesa de diálogo social, quizás a la espera de "un milagro" con la incorporación de ELA. En todo caso, a su juicio, Euskadi necesita políticas y medidas para crear y mantener el empleo.

Los dirigentes sindicales animan a mostrar el "cabreo" en la calle

Y es que, según los datos de este sindicato, desde la promulgación de la reforma laboral, que en febrero cumplió un año, los parados en Euskadi han aumentado en 18.676 personas, las contrataciones han caído un 3,5%, los ERE han aumentado un 40,8% en número y un 41,02% en trabajadores afectados y la negociación colectiva se encuentra bloqueada y en vísperas del colapso. Ese colapso podrá producirse si, en julio próximo, finalmente decaen los 115 convenios sectoriales sin renovar, que afectan a unos 200.000 trabajadores, a lo que habría que añadir los convenios de empresas también sin renovar, prácticamente la mitad. Ello abocaría a los afectados al Estatuto de los Trabajadores y al salario mínimo interprofesional.

Para Ballesteros, el horizonte es "dramático" y presenta una situación que "se puede desbocar y nadie sabe realmente hasta donde puede llegar". "Nada, nunca en la historia democrática de este país nos habíamos encontrado con una situación de posible pérdida de derechos de tantos miles y miles de trabajadores, dispersos la mayoría de ellos en pequeñas, entre 1 y 25 trabajadores la mayoría, y medianas empresas, la mayoría de los mismos sin posibilidad de negociación en el ámbito de esas mismas empresas. Y eso desde luego lo ha dado la reforma laboral", ha destacado.

La responsable de UGT, además, ha advertido de que la patronal vasca "se está aprovechando de la situación" y que es "complicado" un acercamiento "porque lo quieren todo".

Casado, finalmente, ha llamado a los ciudadanos a mostrar su "cabreo" en la calle, recordando que próximo jueves se manifestarán en las tres capitales vascas junto a otros sindicatos y organizaciones sociales "Por el empleo y por la regeneración democrática".