Uno de cada siete locales del tramo central de la Diagonal está desocupado

Ver el cartel de “liquidación por traslado” en un gran local es un golpe simbólico para cualquier eje comercial. Por ello no extraña que el cierre de la tienda de diseño Hábitat, ubicada en la Diagonal con Tuset, llenara hace dos semanas la copa de la desesperación de los comerciantes de la vía. El lobby—económico y electoral— no dudó en presionar todos los botones para lograr arrancar, finalmente, un compromiso por parte del alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), el pasado jueves. Se remozará un tramo de la avenida, a manera de prueba piloto, antes de que termine este mandato. Eso sí, aún no hay ni dinero ni proyecto.

Un recorrido por el tramo entre la plaza de Francesc Macià y el cruce con el paseo de Gràcia permite dibujar la dimensión de la crisis de la que tanto se quejan los comerciantes. El pasado jueves, este diario contabilizó un total de 142 locales comerciales, si se tienen en cuenta los que están alrededor de la plaza. De ellos, 20 están vacíos, un 14%. Esta cifra se aleja de los 50 que, desde la asociación Diagonal Centre, aseguran que tienen este tramo de la avenida Diagonal.

La acera de la banda montaña, la que tradicionalmente ha tenido mejor acogida entre los comerciantes y el público por ser más soleada, tiene ocho locales vacíos, de un total de 66. En la opuesta, el 19% de los 56 sitios están disponibles. Solo un local de los 20 alrededor de la plaza está desocupado. La zona con más locales sin actividad es la comprendida entre Villarroel y Aribau, en la banda mar. Pero más allá del número de locales vacíos, el problema es la extensión en el tiempo de las persianas bajadas. Muestra de ello es el emblemático enclave de Diagonal con Vía Augusta, donde se ubicaba la tienda de Gonzalo Comella. Desde 2011, cuando la empresa solicitó concurso de acreedores, nadie se ha arriesgado con el local. La anunciada llegada de Tous aún no se produce.

El informe de locales comerciales 2012 de la agencia Aguirre Newman dice que entre 2008 y 2012 los precios de alquiler en la Diagonal se redujeron un 34%, pasando de 79 a 52 euros por metro cuadrado al mes. Otras fuentes inmobiliarias hablan de alquileres de entre 40 y 45 euros. En paseo de Gràcia también se han reducido, aunque no de una manera tan pronunciada. En Portal de l'Angel, suben.

La avenida ha perdido relato frente a la irrupción del paseo de Gràcia

La depresión del consumo interno se ve reforzada, además, porque hay poca afluencia de público, derivada de la estrechez de las aceras. De ahí que la reforma que proponen los comerciantes vaya en esta línea. “El problema es que el turismo de lujo no llega hasta la Diagonal”, cree Anna Gener, directora general de Aguirre Newman en Barcelona. El maná de este turismo de alta gama sí beneficia a paseo de Gràcia. “La convivencia de tiendas de hogar y moda había ayudado históricamente a la Diagonal, pero la crisis pude resultar en que se degenere en un modelo más caótico”.

El otro problema es la carencia de un relato claro sobre qué se puede hacer en la Diagonal. “No existe una propuesta de valor en la avenida, algo que sí tiene La Rambla o paseo de Gràcia”, opina Josep Francesc Valls, profesor de marketing de Esade. “Hay puntos donde se ha desarrollado un buen tejido comercial, pero más que eje para las compras sigue siendo una vía que enlaza a Diagonal Mar con Molins de Rei”, dice.

No existe una propuesta de valor en la avenida, algo que sí tiene La Rambla o paseo de Gràcia”, opina Valls, de Esade.

Gener y Valls consideran que la reforma es vital para evitar que se pierda la centralidad. El catedrático advierte, sin embargo, de la necesidad de ser cuidadosos y de pensarla como un todo. “Se requiere un poco de tiempo para crear un proyecto global”, dice Valls.

Esta posible articulación entre paseo de Gràcia y Diagonal parece ser la apuesta tanto de los comerciantes como del Ayuntamiento. No por ello algunas fuentes insisten en que el primer tramo en reformase sería entre el lápiz y Vía Augusta. El reto es lograr que los turistas vayan más allá de la Pedrera y decidan adentrarse en la Diagonal. “En Milan funciona el cuadrado de oro de las compras, no siempre tiene que ser un paseo en una línea”, explica el arquitecto Enric Batlle. A falta de un gran icono en la Diagonal, él cree que “la tensión para lograr que la gente suba la debe crear un buen espacio público, un espacio que de verdad se pueda recorrer”. Eel arquitecto Jordi Badía cree que la reforma que se haga tiene que tener en cuenta “lo que ahora funciona”, como la urbanización de la zona de la Illa.