Apagón en el asilo de Málaga
Endesa embarga las ayudas a una residencia benéfica por una deuda que nunca había reclamado Los 30 trabajadores del centro llevan cuatro meses sin cobrar sus nóminas
“Luz, gas, personas, ¿y Endesa va a hacer desaparecer el único asilo benéfico de Málaga?” Así comienza la carta que el profesor universitario y doctor en Bioquímica Fernando Rodríguez de Fonseca publicó en la web Change.org solicitando ayuda para acabar con “el acoso” al que la compañía eléctrica Endesa está sometiendo al Asilo de los Ángeles, la única residencia benéfica que existe en Málaga y que en la actualidad atiende a 49 enfermos crónicos dependientes, el 90% aquejados de alzhéimer.
Rodríguez de Fonseca, cuyo padre fue director de lo que hoy es Endesa, no entiende la forma de actuar de la compañía, que ha mantenido embargadas las cuentas del Asilo de los Ángeles al reclamarle el pago de la deuda en la facturación correspondiente a los últimos 13 años, una cifra que asciende a 256.000 euros.
Este embargo está en vías de ser levantado tras el acuerdo alcanzado el pasado día 22 de febrero entre ambas partes sobre el pago de la deuda, pacto por el que el asilo tendrá que abonar 7.000 euros mensuales hasta 2018, más los intereses pasados y los que se generen durante el periodo de pago. El embargo de las cuentas ha impedido que el asilo pudiera disponer de los 50.000 euros mensuales que percibe por el concierto de sus plazas con la Consejería de Salud, por lo que sus 30 trabajadores llevan ya cuatro meses sin cobrar su sueldo.
Endesa debería de meditarlo antes de seguir ahogando a una institución benéfica Luis Plaza, presidente del Asilo de los Ángeles
“Nunca habían reclamado el pago de esa deuda hasta que en 2007 se cerró el convenio de concertación de las plazas con la Junta y el asilo comenzó a recibir la subvención mensual”, señala Rodríguez de Fonseca, que inició esta campaña viral que lleva ya más de 100.000 firmas de apoyo por su “conciencia como ciudadano y ante otro ejemplo de la degradación moral que vive nuestro país”.
“El Asilo de los Ángeles es un símbolo en Málaga. Desde el siglo XIX atiende a personas desfavorecidas de la ciudad, y es el lugar donde los mayores de Málaga sin recursos acuden a pasar sus últimos días. Endesa presume de responsabilidad social y al tiempo comete esta injusticia. Se permite pagar de su bolsillo las luces navideñas de instituciones municipales y no es capaz de atender la necesidad de un asilo en el que hasta el último céntimo es imprescindible, ya que las únicas fuentes de ingresos son las subvenciones de la Junta y los donativos, que con la crisis se han resentido”, explica Rodríguez de Fonseca, que durante años fue gerente de la Fundación Hospital Carlos Haya y da clases en la Universidad Complutense.
Fuentes de la compañía eléctrica afirman que la luz es un negocio para ellos y que no se trata de una marca sin ánimo de lucro. Además, aseguran haber tenido la deferencia de no cortar la luz al asilo, por lo que estaban siendo condescendientes con la situación hasta encontrar una solución.
El profesor Rodríguez de Fonseca ha logrado captar 100.000 firmas contra el "acoso" de la compañía eléctrica
“Ellos siguen en sus trece de presumir de responsabilidad corporativa. Dicen que fueron condescendientes y nunca cortaron la luz. Todavía debemos aclamarlos y vitorearlos por no dejar sin luz al asilo. ¿Habrá alguna vez una ley que pene a los que se jactan de lo injusto?”, replica Rodríguez de Fonseca.
“El embargo está en vías de ser levantado, según nos comunicó el representante de Endesa, José Antonio Ruiz Guerra, pero aún no tenemos noticias del juez al respecto”, señala Luis Plaza, presidente del Asilo de los Ángeles.
“La deuda era aún mayor, pero demostramos que tres años ya estaban prescritos. El problema se agranda porque Endesa nos exige el pago de intereses pasados, unos 23.000 euros, y los que se generen durante el periodo de pago acordado. Yo con esos 23.000 euros pago las nóminas de los 30 trabajadores que se desviven por los ancianos. Nos han metido en un bucle que nos asfixia”, explica Plaza, quien no entiende cómo una compañía como Endesa, “con una obra social fuerte” no condona la deuda del asilo. “Podría deducir esa cantidad al ser el Asilo de los Ángeles una entidad benéfica sin ánimo de lucro”, apunta Plaza, sorprendido por la repercusión nacional que ha tenido el caso tras la carta de denuncia colgada por Rodríguez de Fonseca. “Endesa debería de meditarlo antes de seguir ahogando a una institución benéfica como esta”, reflexiona Plaza mientras termina el turno de desayunos en el asilo y los ancianos se relajan en la sala de estar del centro.
“Para el Asilo de los Ángeles es imposible pagar los 7.000 euros mensuales más intereses”, señala Rodríguez de Fonseca, cuya indignación es aún mayor por la vinculación de su padre con esta compañía. “Era como mi familia”, dice Fonseca. Por eso se niega a aceptar que esta compañía vaya a acabar a un centro que es el último recurso de muchos.
En ese empeño, Rodríguez de Fonseca está indagando sobre la posible “ilegalidad” cometida por Endesa al embargar las ayudas públicas que recibe del asilo. “Según fuentes jurídicas que hemos consultado, el embargo de ayudas públicas con fines sociales podría estar prohibido por la normativa europea. Esto nos aboca a realizar una consulta jurídica vinculante al Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea en Luxemburgo. De ser cierto, no solo estaríamos ante una inmoralidad, un grave problema de justicia social y un desprecio manifiesto por los más desfavorecidos, sino ante un delito consentido por los poderes jurídicos y políticos de Andalucía”, señala.
“La beneficencia, la caridad cristiana o el altruismo, como se le quiera llamar, ha existido siempre y no se le puede poner precio porque al liberalismo imperante le moleste o no le guste”, afirma rotundo.
Una institución con historia
El Asilo de los Ángeles es la única residencia benéfica que queda en Málaga. Está situado en lo alto de un monte, sobre el Arroyo de los Ángeles, y asentado junto a un antiguo convento franciscano que alberga una de las pocas iglesias del siglo XVI que se salvaron de la quema de templos en 1931. Debido a su ubicación extramuros, se le dio en principio un uso sanitario hasta que en 1893 fue establecido como asilo.
La iglesia, de planta renacentista y estilo barroco, se encuentra en estado casi ruinoso, con grietas en las paredes, baldosas rotas en el suelo y tejas caídas del artesonado. Las fuertes lluvias registradas hace tres años inundaron la capilla y provocaron más desperfectos, aún sin reparar. “Al estar el asilo sobre un arroyo los movimientos de tierra han sido constantes durante estos cuatro siglos, provocando el deterioro del edificio”, explica el presidente del patronato del Asilo de los Ángeles, Luis Plaza, mientras señala una de las columnas del patio del antiguo convento que muestra cómo la edificación se está escorando hacia el sur.
“Sería una pena que se perdiera este rico patrimonio. Hemos solicitado ayudas, pero hasta el momento no tenemos respuesta”, afirma Plaza sobre el estado del complejo, que fue muy frecuentado en otras épocas ya que la tradición dice que a sus puertas están enterrados los patronos de la ciudad, San Ciriaco y Santa Paula. El pasado mes de diciembre, la portavoz de IU en la Diputación, Antonia Morillas, se hizo eco de las reclamaciones del Patronato del Asilo de los Ángeles y denunció que la capilla barroca “se está cayendo a pedazos” ante la pasividad de las administraciones. Morillas solicitó que se tomen medidas para la conservación de este patrimonio cultural y para la rehabilitación de los elementos más deteriorados. También instó a la Junta a que lo declare como Bien de Interés Cultural. “Para su protección pensamos que la fórmula adecuada sería la declaración del conjunto como BIC, ya que es un edificio histórico importante y simbólico para la ciudad y está degradado y ávido de ser rehabilitado, tanto él mismo como su entorno urbanístico”, añadió.
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