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CiU y PP intentan minimizar el pacto de inversiones en Barcelona

La oposición de izquierdas acusa a nacionalistas y populares de intentar esconder su acercamiento. Nacionalistas y populares acuerdan una inversión de 129 millones de euros

Sònia Recasens, en un momento de un Pleno.
Sònia Recasens, en un momento de un Pleno.MARCEL.LÍ SAENZ

El Gobierno de CiU en el Barcelona y el Partido Popular (PP) intentaron ayer en la comisión de Economía del Ayuntamiento minimizar su acuerdo de inversiones, que permite desencallar unos 103 millones de euros a pesar de que los Presupuestos están prorrogados. Los dos partidos, que ayer aprobaron inicialmente la propuesta, se enfrentaron a fuertes críticas por parte de los grupos de izquierda. El Pleno del viernes de la próxima semana dará luz verde al plan.

El equipo municipal tenía contemplado en su proyecto de Presupuestos para 2013 un paquete de inversión de 347 millones de euros de los que 150 ya estaban comprometidos en partidas plurianuales. En la caja, por tanto, quedaban 197 millones por gastar y el acuerdo entre nacionalistas y populares han permitido desbloquearlos. Por ahora, han cerrado la inversión de 103 millones y falta por buscar un destino a los 92 restantes. La democristiana Sònia Recasens, segunda teniente de alcalde, elogió en varias ocasiones la predisposición al consenso del PP. Tanto ella como el portavoz popular, Javier Mulleras, subrayaron que el acuerdo era puntual y "extraordinario" y que no implicaba, por tanto, estar ante un pacto de largo alcance. "Hemos puesto la ciudad por encima de los colores políticos", reiteró varias veces Mulleras subrayando el ejercicio de "responsabilidad" de su formación. El PP y CiU argumentaron que los 129 millones pactados —también se incluyen 25 millones de gasto corriente— no son significativos dentro del total de 2.300 millones de euros a los que ascendía el proyecto de Presupuestos para 2013.

Recasens solicita al resto de grupos que se sumen al acuerdo por el bien de la ciudad

El consenso provocó airadas críticas de toda la oposición de izquierda, que coincidió en exigir un desembolso mayor para garantizar la cohesión social en Barcelona. El ecosocialista Joaquim Mestre afeó a los dos socios que intenten ahora camuflar el pacto y les invitó a cerrar un proyecto de Presupuestos en vez de contentarse con una "solución precaria". “Ustedes quieren hacer ver que no pactan”, criticó Mestre, que recordó que el PP ya dio luz verde a las cuentas del alcalde Xavier Trias en 2012 y que ahora vuelve a hacer lo propio. "Barcelona necesita gastar 120 millones en el área social y ustedes solo van a destinar 42", afirmó reprochando a Mulleras que hay muchas formas de invertir en bienestar social: "Una cosa es gastar para evitar la exclusión y otra en beneficencia".

"Ustedes han acabado de comer y nos invitan a recoger la mesa",  dice el ecosocialista Mestre 

El socialista Joan Trullen resumió la complicidad entre nacionalistas y populares a meras "razones ideológicas" y lamentó que CiU ninguneara su oferta de Presupuestos que contemplaban una inversión de 400 millones de euros con el consiguiente endeudamiento. "No la han aceptado y, en cambio, se someten a las exigencias del PP y asumen en papel de banco bueno de la Generalitat", abundó. Jordi Portabella, de Unitat per Barcelona, mostró su consternación ante el hecho de que CiU de las “llaves de la caja” al PP. “Es inexplicable en el actual contexto político y económico”, deploró. "Ustedes se decantan hacia la derecha y al pactar con el PP se alejan del objetivo de convertir a Barcelona en capital de Estado. ¿Cómo se puede desbloquear la ciudad con los que bloquean el país", se preguntó.

Recasens cerró el debate reprochando al PSC su falta de seriedad al no detallar las inversiones que querrían realizar y avisando a Portabella que el dilema no es del soberanía o bienestar social. Y fue firme en algo: avisó que el Gobierno municipal no se endeudará y garantizará unas cuentas saneadas porque, dijo, es la mejor política social y de promoción económica. En ese sentido, abundó que el Ayuntamiento liquidará con superávit las cuentas de 2012 cerrando el ciclo de los tres últimos ejercicios que sí hubo déficit. La democristiana invitó a todos los grupos a sumarse al acuerdo y Mestre le contestó así: "Ustedes han acabado de comer y nos invitan a recoger la mesa; recójanla ustedes".

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