Trias y Fernández Díaz pactan la reforma de la Rambla de Catalunya

Un plan de inversiones —sea vía Presupuestos o, en su defecto, un pacto para permitir a la ciudad avanzar— es el momento de verdad de un Gobierno. Es la asignación económica a lo que se considera verdaderamente prioritario. Bajo esta premisa, la reforma de la Diagonal queda, por lo pronto, fuera de las cuentas municipales. El Partido Popular y el Gobierno de CiU anunciaron ayer el detalle de su acuerdo inversor, de 115 millones de euros. La cantidad financiará unas 211 actuaciones en todos los distritos. Unas obras, muy necesarias, y otras, como una futura reforma de la rambla de Catalunya, que generan dudas.

La escenificación del pacto, que salva al alcalde Xavier Trias de una cuestión de confianza y permite invertir a pesar de la prórroga de las cuentas de 2012, determinaba que el PP presentaría el detalle y que el Gobierno lo valoraría más tarde. Nada de fotos.

En la mañana, Alberto Fernández Díaz, jefe de filas del PP, presentó una a una las actuaciones. El paquete incluye 103 millones de euros en inversiones —la mayor partida, 33,92 millones, se la lleva el urbanismo de barrio— y otros 12 millones en gasto social. De ellos, 24,39 millones irán para desencallar las obras de los mercados del Ninot y Sant Antoni y empezar otros dos. La inyección económica generará, según el PP, 3.500 puestos de trabajos directos. “Los momentos actuales necesitan de acuerdos de ciudad, hay que sumar esfuerzos”, dijo Fernández Díaz para argumentar que mientras CiU y PP rompen pactos —por petición de Esquerra— en Barcelona se vive una pepevergencia a la sombra.

La segunda teniente de alcalde, Sònia Recasens (CiU), explicó después que los expedientes de las inversiones y la creación de dos nuevas tasas —para cajeros en la calle y para segundas pruebas de alcoholemia o drogas— pasarán por la Comisión de Economía de mañana. “Quiero agradecer sinceramente el apoyo”, dijo. A la pregunta de por qué no hubo un pacto con el PSC, el partido con el que CiU llegó a un acuerdo con la hoja de ruta del mandato, la edil aseguró: “Nos generan una falta de confianza importante. Han perdido completamente el interés en Barcelona y están enfocados en sus problemas internos”.

Recasens evitó valorar la pertinencia o prioridad de la reforma de rambla de Catalunya, que dentro del acuerdo está dotada con 400.000 euros para realizar el proyecto inicial de las obras de cara a 2014 y que también hace parte del programa electoral de CiU. Fuentes del PP explicaron que el pacto se hizo pensando “en la urgencia y no en lo prioritario” y puso como ejemplo la parálisis de las obras en el Ninot y Sant Antoni, paradas por falta de dinero.

“La reforma no tiene que ser colosal, es una reivindicación histórica, que permitirá revitalizar un importante eje comercial y es consecuente con las obras en el paseo de Gràcia”, agregaron desde el PP. Las obras, añadieron las esas fuentes, buscarían reorganizar la urbanización y las terrazas.

La decisión de dejar la Diagonal fuera del acuerdo —Recasens aseguró que “está sobre la mesa” de cara a la futura negociación de otros 93 millones de euros con el PP— fue mal recibida por los comerciantes. No dudan que la reforma se termine haciendo, aunque les preocupa lo simbólico de excluirlos del primer paquete de inversiones. “Los comerciantes tienen mucha prisa. Nosotros, una prisa relativa”, dijo Trias en su día.