El principal proyecto industrial de la bahía de Cádiz sigue empantanado

El futuro del polígono de Las Aletas, proyectado en la bahía de Cádiz, quedó en el aire tras la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que anuló su declaración de interés autonómico. El consorcio que gestiona el proyecto debía replantear la fórmula para hacerlo viable. Este lunes, por primera vez desde que se conociese el varapalo judicial del TSJA, se reunió el consejo rector, su máximo órgano de dirección. Pero del encuentro apenas se sacaron conclusiones. Nada concreto, salvo la obviedad de que el consejo volverá a reunirse para volver a debatir.

Sobre la mesa se pusieron, eso sí, algunas propuestas, aunque ninguna novedosa. La Junta de Andalucía, representada por la consejera de Presidencia y vicepresidenta del consorcio, Susana Díaz, planteó la posibilidad de que los fondos disponibles de Las Aletas —“unos 80 millones de euros que no pueden ver la luz”— se utilicen para comprar los terrenos de Delphi. Es la idea que la propia Díaz planteó en la última reunión del consorcio, y que ella misma avanzó cuando su nombre fue propuesto para ocupar el cargo de vicepresidenta, a principios de noviembre.

La consejera Díaz insiste en comprar los terrenos de Delphi

“Ya lo planteé en mi primera reunión, en esta segunda hemos profundizado más”, aclaró la consejera. No lo suficiente, porque la decisión sobre este asunto se vuelve a posponer y, además, la presidenta del consorcio, la subsecretaria de Estado de Hacienda, Pilar Platero, ha pedido al Ejecutivo andaluz que aporte documentación sobre su plan “para poder definir la postura del Gobierno”. Su debate se llevará al próximo consejo rector.

La segunda propuesta de la Junta consiste en iniciar la tramitación de dos declaraciones de interés autonómico diferentes para el proyecto. Puesto que el TSJA ha anulado la que se aprobó en 2008, y para evitar nuevos reveses, la Junta iniciaría una nueva para todo el conjunto de Las Aletas, y otra sólo para las 127 hectáreas que no entran dentro del dominio marítimo terrestre. “Así, ninguna sentencia que pudiera salir en los próximos meses impediría actuar en esas 127 hectáreas”, indicó Díaz. Supondría volver de nuevo al punto alcanzado hace casi cinco años.

El Ayuntamiento de Puerto Real, en cuyo término se ubican los terrenos de Las Aletas, también llevó al consejo su propuesta: dejar en manos del municipio el planeamiento de los terrenos que no tienen ninguna servidumbre medioambiental, y desarrollar el polígono de una forma más modesta. Una idea que ya lanzó su alcaldesa, Maribel Peinado, en diciembre. Esta iniciativa, al menos, sí cuenta con documentación explicativa. Su debate se llevará al próximo consejo rector.

Tampoco la oferta del Gobierno, la tercera Administración representada, logra hacer avanzar el proyecto. Se limita a continuar el proceso iniciado hace meses para definir unos nuevos límites a la zona protegida de Las Aletas y “esperar a que lo apruebe el Consejo de Ministros”, según Pilar Platero, “con la máxima agilidad”. Cuando esto ocurra —no hay fecha—, se llevará a un nuevo consejo rector.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, definió hace poco el proyecto de Las Aletas como “el juego de la Oca, porque siempre vuelve a la casilla de salida”. Siguiendo con esta metáfora, el consejo rector cayó ayer en el pozo: una mano sin jugar.