Cierra la Mediateca de CaixaForum
La plataforma posee un fondo sobre vídeo y arte multimedia único en España
“Reaccionemos contra el cierre de la Mediateca en CaixaForum”. Con esta frase empieza un documento firmado por el docente de la Universidad de Barcelona, Antoni Mercader, el compositor y músico experimental Eugeni Bonet y el artista Antoni Muntadas, en el cual se lamenta el cierre de un equipamiento pionero en el Estado español. A lo largo de su trayectoria, la Mediateca de la Fundación La Caixa, que abrió sus puertas en 1994 en el Palau Macaya entonces sede expositiva de la entidad, consiguió reunir —con un presupuesto nada desmesurado y un criterio pluralista— un fondo de toda clase de documentos y soportes alrededor de la creación audiovisual y multimedia, sin parangón en España.
“Cuando por aquí no era demasiado habitual poder ver videoarte ni cine experimental, o documentales de creación, la Mediateca lo hizo posible. Así como otras muchas cosas: debates, seminarios internacionales, itinerarios y monografías en soportes impresos o hipermedia, etcétera”, continúa la carta que desde su difusión no ha dejado de sumar adhesiones y muestras de apoyo. Tras el traslado a CaixaForum, muchas de las esperanzas de los usuarios de la Mediateca se vieron truncadas, ya que las actividades en vez de aumentar fueron disminuyendo, hasta desaparecer del todo. Sin embargo, quedaba el Archivo de Media Art con un millar de obras y la propia sala de consulta, un espacio diáfano y acogedor con ordenadores y sofás, así como el portal mediatecaonline.net.
Según fuentes de La Caixa, “no se trata de un cierre, sino de una reconversión en línea con las prioridades de la entidad”. “En el marco de un programa de la Obra Social contra el desempleo juvenil, dotado con seis millones de euros, reconvertiremos la Mediateca en una especie de ágora, un lugar donde se realizarán actividades dirigidas a fomentar el empleo y el espíritu emprendedor de los jóvenes. También crearemos un espacio de simulación, donde los adolescentes podrán aprender a convertir una idea en un negocio”, indicó un portavoz de la entidad, que abrirá el nuevo espacio a finales de este año.
La Caixa, que no quiso valorar el número de usuarios (presenciales y virtuales) de la Mediateca, admitió que desaparecerá el servicio de documentación, pero que los materiales y las obras de arte audiovisual y multimedia serán disponibles previa cita telefónica, aunque desaparezcan de Internet. “Es una decisión incongruente, existir, hoy en día, equivale a estar conectados. Y no es ningún consuelo saber que, en el futuro, parte de los contenidos digitales puedan permanecer al alcance de credenciales investigadoras”, indicó Mercader, que con Bonet estuvo entre los impulsores de la Mediateca. Según los profesionales, es necesario que en el marco del acuerdo de colaboración entre el Macba y La Caixa se incluya el fondo de la Mediateca para que esté a disposición del público, tanto presencial como remoto.
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