El escándalo del espionaje político se cobra su primera víctima
Xavier Martorell (CDC) presenta su dimisión como presidente del partido en Sant Cugat
Los militantes de Sant Cugat de Convergència (CDC) deciden mañana martes si Xavier Martorell continúa como presidente local del partido o aceptan su renuncia por su implicación en el espionaje de Método 3. La alcaldesa y compañera de filas, Mercè Conesa, pidió a Martorell que se someta a lo que diga la militancia y este acabó poniendo su cargo a disposición del partido, pese a sus reticencias iniciales.
Si finalmente se acepta su renuncia, se crearía una comisión gestora hasta elegir un nuevo presidente local. Este cargo se antoja ahora una menudencia con el partido gobernando en la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, pero hasta hace poco más de dos años el Ayuntamiento de Sant Cugat era la institución más importante que tenían los nacionalistas. Las tornas cambiaron y es ahora el PSC el que tiene en L'Hospitalet su ayuntamiento más simbólico.
Xavier Martorell fue concejal de Seguridad Ciudadana en Sant Cugat con Lluís Recorder de alcalde hasta que Artur Mas ganó las elecciones y se lo llevó como director general de análisis y prospectiva. Martorell dependía de Germà Gordó, entonces secretario general de la Presidencia, el mismo que se lo llevó hace apenas mes y medio a Justicia cuando aquel fue nombrado consejero.
De aquella primera época data el supuesto encargo que recibió Martorell de Gordó para espiar a Felip Puig, cuando fue designado consejero de Interior. Gordó y Martorell niegan que existiera tal espionaje y han anunciado acciones legales para defenderse. Lo que sí parece más evidente, por los correos interceptados en el registro policial realizado a Método 3 es que CDC pagó a esta agencia por unos trabajos en la sede de CDC de Sabadell por mediación de Martorell, cuando este era responsable de seguridad del Barça (2008-2011). El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull insistió ayer en que Método 3 hizo gratis ese trabajo en Sabadell y que se trató de un favor.
Mientras tanto, el portavoz del PPC en el Parlament, Enric Millo, reclamó ayer la dimisión de Xavier Martorell y que el consejero de Justicia, Germà Gordó, comparezca ante la cámara porque en los diversos cargos públicos que ha ocupado siempre ha estado acompañado de Martorell, “su mano derecha, su protegido”. Según Millo, la respuesta del Gobierno de CiU en el asunto del espionaje ha sido “inexistente”, y consideró que “una dimisión de los cargos del partido es irrelevante porque de lo que se trata es de que dimita de los cargos públicos”.
Millo considera que la dimisión de Martorell no debería suponer “un cortafuegos para evitar la responsabilidad de aquel que siempre ha estado detrás dando instrucciones, que es el señor Gordó”.
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