Defensa se lava las manos ante el cierre de la fábrica de armas de A Coruña

General Dynamics no se apea de su intención de cerrar la fábrica de armas de A Coruña, en el marco de un plan que prevé el despido de 700 trabajadores en los centros de Santa Bárbara. El Ministerio de Defensa tampoco moverá un dedo para evitarlo, bajo la excusa de que se trata de una “empresa privada”. Pero la Xunta ofrece, por el contrario, dar batalla. El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, prometió ayer a la plantilla “total implicación y apoyo” y “hacer todo lo posible” para intentar “revertir” la decisión de la multinacional estadounidense o buscar “soluciones que permitan mantener la actividad”.

 Se trata de crear un “frente común”, según el Ayuntamiento coruñés, que incluya la Xunta y los 170 trabajadores para buscar alternativas al cierre de la histórica factoría, abierta en plena guerra civil. En esta batalla está servida la contradicción entre las diferentes administraciones, pese a estar todas gobernadas por el PP.

El comité de empresa, muy satisfecho de la reunión con el conselleiro, reseñó la disposición a que se reajuste la plantilla, pero no al cierre definitivo de una fábrica en terrenos de propiedad pública. Los empleados, que inician la próxima semana protestas con un encierro de 48 horas y dos días de huelga, apuestan por “explorar alternativas, como diversificar la capacidad productiva”.

Conde se reunirá la próxima semana con responsables de la multinacional. Pero hay pocas esperanzas de que consiga apearla de su firme decisión, como dijo el jueves tras reunirse con la plantilla de la fábrica coruñesa. Y descartada también está una intervención de Defensa, dueña del solar que ocupa Santa Bárbara en A Coruña y uno de sus grandes clientes. El ministerio que dirige Pedro Morenés —antes presidente en España de la multinacional armamentística MBDA— “no tiene nada que decir ante una decisión que incumbe a una empresa privada en el ámbito de su actividad”, según el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez. Para el Gobierno, “no hay una relación especial” entre Defensa y el grupo Santa Bárbara, por mucho que lo privatizara para vendérselo a General Dynamics en 2001, siendo presidente Aznar, o que la multinacional no pague ni el IBI por sus fábricas ya que están en terrenos dedicados a defensa nacional. “Defensa no tiene una vinculación especial con la empresa, es solo su cliente”, ahondó Juárez.