De Andrés considera el nacionalismo “incompatible con el mundo moderno”
El diputado general alavés sostiene que hacer un país atractivo solo para unos pocos "conduce a la desaparición como país y como cultura"
Uno de los problemas con los que se ha enfrentado y se enfrenta Euskadi para crecer económicamente ha sido y es el propio peso de una ideología nacionalista que ha hecho que el País Vasco no fuese “atractivo para determinado tipo de gente” que podía llegar del exterior y que otros se marchasen de la comunidad autónoma. Esa balanza ha tenido su correlato tanto en términos demográficos como políticos y obliga a pensar que Euskadi debe lograr ser más atractiva para atraer a jóvenes de países y lugares más dinámicos que quieren “libertad ajena a imposiciones” en todos los ámbitos de su vida. La reflexión corresponde al diputado general de Álava, el popular Javier de Andrés, y la ha querido rematar con una frase rotunda: “El nacionalismo hoy en día sencillamente es incompatible con el mundo moderno. Así de claro”.
De Andrés, quien ha participado esta mañana en Bilbao en el Fórum Europa-Tribuna Euskadi, ha defendido hacer una sociedad vasca “mucho más abierta, mucho más moderna”, que defienda su identidad, “en positivo, no de oposición a otros”.
En su opinión, después de repasar con cifras el envejecimiento de la población vasca o la compleja situación económica, mantener “las claves nacionalistas de hacer un país que no es atractivo más que para unos pocos nos conduce a la desaparición como país y como cultura”. Una situación, ha añadido, que “seguramente es la contraria a la que desea el nacionalismo”.
Tras el acuerdo cerrado la semana pasada entre el PP y el PNV que facilita a De Andrés gestionar la prórroga del presupuesto del año pasado, el mandatario alavés ha descartado contar con el PNV como socio preferente, aunque sí ve factible llegar a otro tipo de pactos puntuales con los nacionalistas. Aunque ha resaltado la importancia de llegar a acuerdos con todos los grupos, opina que Bildu y el PSE han trazado una línea para “marcar diferencias con todos los demás”. Ha defendido buscar puntos de encuentro entre los partidos para que las diferentes instituciones puedan tener mayorías estables.
Ante el debate en marcha para una reforma fiscal, De Andrés ha considerado que se puede hacer siempre una revisión general, pero teniendo claro que el margen para captar más recursos vía impuestos no es muy alto. En este sentido, el diputado general ha apostado, antes que recaudar más, por ajustar el gasto público, ya que no puede plantear subir impuestos a los ciudadanos para mantener, por ejemplo, “cinco canales de ETB” o las embajadas vascas en diversos lugares del mundo. La línea roja “indudable” de cualquier aumento impositivo ha de trazarse en que Euskadi no se vuelva “menos competitiva fiscalmente” que otras comunidades y países de su entorno.
De Andrés ha reprochado al lehendakari, Iñigo Urkullu, que el ritmo que ha impuesto a su labor al frente del Ejecutivo no es la precisa ni la que requiere el momento económico presente. “Puede que sea más cómodo, pero hace falta agilizar el ritmo político del Gobierno”, ha rematado.
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