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MUTUMA RUTEERE / RELATOR DE LA ONU SOBRE RACISMO Y XENOFOBIA

“La situación de los inmigrantes en las naves del Poblenou es abominable”

El enviado de Naciones Unidas insta a las autoridades a "buscar soluciones" a los asentamientos

Camilo S. Baquero
Mutuma Ruteere, relator de la ONU para racismo y xenofobia.
Mutuma Ruteere, relator de la ONU para racismo y xenofobia.

La Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas fue creada en 1993, pero solo hasta el pasado enero su relator visitó España por primera vez. Mutuma Ruteere (Kenya), quien ocupa el cargo desde 2011, estuvo en Barcelona y uno de lo sitios que visitó fue la nave del número 127 de la calle de Puigcerdà, en el distrito de Sant Martí, donde viven y trabajan cientos de inmigrantes, la mayoría subsaharianos, que se dedican a recoger chatarra.

“Insto a España a encontrar una solución de derechos humanos a largo plazo para las condiciones de trabajo y de vida de los migrantes que se encuentran en el Poblenou, donde viven en condiciones inhumanas y degradantes”, pidió Ruteere en su informe final de visita. Esta conclusión se incluirá en el informe que se presentará al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en junio. El relator respondió a las preguntas de EL PAÍS por correo electrónico.

Pregunta. ¿Cómo se entera de la existencia de la nave?

Respuesta. Recibo información de una gran variedad de fuentes. Mi interés hacia estos migrantes llegó explicitamente por uno de esos reportes.

P. ¿Qué encontró allí?

R. La visité el 26 de enero. Como declaré en el informe que escribí al final de mi estancia en España \[también estuvo en Madrid y Melilla, entre otras\], la situación de los migrantes en el Poblenou es abominable. Las condiciones son inhumanas y degradantes. Los cientos de inmigrantes que viven allí no tienen acceso a los servicios más básicos como calefacción, agua potable o instalaciones sanitarias. Las condiciones claramente no son dignas para el alojamiento de personas.

P. En su informe usted pide que se encuentre una solución. ¿Cuál sugiere?

R. Primero, es necesario encontrar alojamiento para estas personas. Pero, al final, la mejor solución es la que les permita ganarse el sustento, ser autónomos y llevar una vida digna.

P. Siempre se alegan problemas referentes al estatus migratorio de algunos de los habitantes de las naves y se asegura que dichos programas necesitan tiempo. ¿Qué problema ve venir si no hay una acción más rápida?

R. El peligro es que los individuos que se encuentran en condiciones similares a los de las personas del Poblenou sigan siendo invisibles si el problema no es abordado en el corto plazo. No es solo un problema de alojamiento, también es un problema de salud si los individuos siguen expuestos a esas condiciones

P. En su visita se reunió con algunas autoridades, aunque ningún ministro le recibió ¿Habló del tema?

R. Me reuní con algunos miembros del Gobierno antes de visitar la nave de la calle Puigcerdà, por lo que no pude discutir con ellos las soluciones que han puesto en marcha. De todas maneras, espero que mis observaciones hayan sido compartidas con los Gobiernos catalán y barcelonés.

P. Pocos días antes de su visita, el Ayuntamiento anunció que la Cruz Roja se hará cargo de las actuaciones en la nave. ¿Qué opina de esta medida?

R. Desconozco el plan, pero doy la bienvenida a cualquier iniciativa que busque una solución.

P. ¿Cómo evalúa el trabajo de las redes que ayudan a los habitantes de la nave?

R. Muchas están trabajando bajo complicadas circunstancias de financiación, pero me impresionó el gran trabajo que están haciendo en este problema.

P. Tanto las asociaciones de la Xarxa de Suport als Assentaments del Poblenou como los mismos habitantes de las naves se quejan del abuso policial en los desalojos.

R. Los desalojos de individuos que viven en propiedades públicas o privadas tienen que estar sujetos a estándares específicos de derechos humanos. Por ejemplo, está prohibido hacerlos en condiciones climatológicas severas, o sin la debida comunicación previa o cortarles el suministro de electricidad o de agua potable. Además, un desalojo nunca debe terminar con personas que se queden sin hogar y deben estar acompañados de programas que permitan encontrar alternativas a los afectados.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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