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Emergencias en las entrañas de Madrid

Metro de Madrid registra cada año 6.500 incidentes sanitarios El suburbano contacta con el SAMUR unas 20 veces al día

Patricia Peiró
Centro de control de Metro de Madrid.
Centro de control de Metro de Madrid.CARLOS ROSILLO

La imagen muestra un momento cualquiera en una parada de metro de Madrid. De repente una mujer se tambalea y cae a las vías. El tren está a punto de entrar en la estación. Del fondo de la pantalla emerge un hombre corriendo sin soltar los papeles que lleva en la mano y la saca del agujero. Esta escena sucedió hace unas semanas: el héroe que rescató a la mujer desmayada. Lo que no se ha visto es todo lo que esa imagen desencadenó en las entrañas del suburbano. En el centro de control de Metro, en Alto del Arenal, todos se pusieron en marcha. Los convoyes redujeron su marcha, las ambulancias acudieron en cuestión de minutos y los vigilantes corrieron hasta el lado de la accidentada. Este es el protocolo que se activa cada vez que sucede una emergencia sanitaria bajo tierra. Metro de Madrid atiende cada año 6.500 situaciones de este tipo.

Bernardo Miguel, técnico del centro de control, estaba allí esa tarde. El conductor del convoy fue el que alertó de la presencia de alguien en las vías. “Nos avisaron, lo vimos en diferido y en seguida conectamos con la cámara de seguridad de ese andén”, explica. Desde su asiento controla dos pantallas: una con el mapa del metro y los partes de incidencias, y otra con un diagrama de la línea 4, que ha revisado previamente. En la pared de enfrente 20 monitores, unos más pequeños y otros más grandes, en los que algunos de los dos millones de usuarios que se suben a este transporte cada día aguardan la llegada de su tren o se agarran a la barra en el interior de los vagones. Hay 8.000 cámaras de vigilancia en el metro, 3.000 de ellas en el interior de los convoyes. Es casi imposible que vean en directo un incidente, por eso es fundamental la rapidez con la que informen los trabajadores que están en los andenes o los pasillos.

“Tienen que estar preparados tanto para un leve mareo como para un ataque cardíaco”

“Cada día aquí hay una o muchas historias que contar”, reconoce Miguel. “Tienen que estar preparados para cualquier cosa. Tanto para un leve mareo como para un ataque cardíaco”, explica Javier García, director de seguridad de Metro Madrid. Esto quedó comprobado en 2004. Alejandro Grenel, otro de los técnicos, estaba en su puesto el 11 de marzo de ese año. Reconoce que es un día que no se le olvidará. “Ese año fue muy complicado, había amenazas constantemente”, relata.

En este puesto siempre hay entre tres y cuatro personas las 24 horas del día. Detrás de sus asientos hay un ventilador porque en la sala hace mucho calor. “Es por la cantidad de aparatos electrónicos y sistemas funcionando a la vez”, señala Miguel. En una misma estancia hay cuatro salas de control: los encargados de la circulación, los de la red eléctrica y el puesto de mando de las estaciones acompañan a los técnicos de emergencias. Los cuatro están instalados en un mismo espacio desde hace diez años para “mejorar la coordinación”, indica García. “Si estamos separados, el teléfono puede comunicar. Así, con un grito nos enteramos enseguida”.

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Los profesionales de Metro anotan en un parte todas las incidencias que se producen cada día. La primera información casi siempre viene de los vigilantes de seguridad. El técnico de la sala de control pide una primera información básica y en cuestión de segundos debe decidir si llama a los servicios de emergencias o no. “Ante el más mínimo riesgo llamamos al SAMUR o al SUMMA”, asegura el director de seguridad. Metro de Madrid les da entre 18 y 20 avisos cada día. El 80% de los avisos se registran en la almendra central de la red. Para comunicarse con alguien en una estación basta con marcarla clicar en el punto que la identifica en el mapa y aparecen el personal de seguridad que se encuentra en ese momento en ella. Los walkie talkie tienen un sistema de localización especialmente diseñado para funcionar bajo tierra.

El centro de control de Metro Madrid es el gran hermano de esta ciudad en miniatura por la que cada día transitan los que van a trabajar, los que vuelven a casa o los que han quedado con un amigo. En cualquier momento alguno de ellos puede necesitar un médico. Incluso a las entrañas de Madrid llegan las emergencias.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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