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‘Baches’ en la T-1 de El Prat

Aena inhabilita una zona de estacionamiento de aviones por “una pequeña deformación"

Dani Cordero
Zona de estacionamiento de aviones de la T-1 cercana al área afectada por el hundimiento.
Zona de estacionamiento de aviones de la T-1 cercana al área afectada por el hundimiento.MARCEL·LÍ SÀENZ

Aena tendrá que realizar obras en una de las zonas del aeropuerto de El Prat donde estacionan los aviones para conectarse a las pasarelas y cargar pasaje. Parte de la posición 248, donde acaba la espada de la Terminal 1, se ha hundido, por lo que ha tenido que ser anulada hasta su reparación, que se producirá a finales de este año. La división de ingeniería del aeropuerto admite que se ha producido “una pequeña deformación superficial” de cuatro centímetros de profundidad y que afectaría a una superficie de unos cuatro metros cuadrados. Otras fuentes del aeropuerto consultadas por este diario aseguran que el bache supera los diez centímetros y que incluso impedía la operación de determinados modelos de vehículos que remolcan a las aeronaves.

El problema no es reciente, pero solo ahora lo ha admitido el aeropuerto, requerido por este diario. Tampoco es nuevo. Hace un año, en la misma zona se tuvieron que realizar trabajos de reasfaltado para solventar un problema idéntico. Los responsables de ingeniería y mantenimiento están redactando el proyecto para intentar resolver el problema del hundimiento, motivado por la inestabilidad del terreno —la Terminal 1 se levantó sobre una espacio deltaico—, según las explicaciones de Aena. Las obras empezarán como muy pronto el próximo mes de octubre, por lo que el punto donde se ha producido el percance continuará cerrado el resto del año.

El peso de las aeronaves habría acabado pasando factura sobre la zona afectada. Uno de los elementos que ha contribuido a esa malformación es el material utilizado, pavimento asfáltico en vez de las losetas de hormigón que cubren el resto de las plataformas de estacionamiento del aeropuerto, más resistentes para asumir las 80 toneladas que puede pesar un avión comercial. “Se realizó con este tipo de pavimento para regularizar las pendientes de la plataforma”, explica Aena, que asegura que el pavimento asfáltico percolado utilizado “cumple con las necesidades” para soportar el peso de los aviones.

La dirección del aeropuerto asegura que la malformación que se ha producido en el exterior no tiene continuidad en la estructura de la terminal aeroportuaria, estrenada hace apenas tres años y medio.

Afortunadamente para el aeropuerto, el socavón se encuentra al final de la espada de la T-1, una zona que acostumbra a cerrarse en la temporada de invierno para reducir costes de mantenimiento. Este año se han cerrado cinco puertas de embarque con el mismo fin, y una de ellas es la que está cerrada por obligación. La caída de pasajeros que el aeropuerto de El Prat ha empezado a sufrir en los dos últimos meses del año podría provocar que en verano, cuando esa zona se acostumbra a reabrir, no sea necesario poner en funcionamiento esas posiciones.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 

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