Siestas a la sombra

1.Templo de Debod. Me encanta porque desde allí se puede apreciar un atardecer que no es posible encontrar en ninguna otra parte. Es un lugar muy inspirador por el que me gusta pasear y en el que he disfrutado mucho tocando el violín.

2. Teatro Real. Por deformación profesional me gustan mucho los teatros, así que me cuesta mucho elegir mis favoritos. En este trabajé un tiempo y le tengo un cariño muy especial, tanto al teatro mismo como a todos los alrededores de Ópera. En cuanto me acerco por allí empiezo a sentirlo. (Plaza de Isabel II, s/n).

3. Mi casa en Malasaña. Es lógico, porque vivo ahí, pero es que además el barrio tiene un ambiente único. Es famoso por su noche, pero a mí me gusta incluso más por el día, cuando abres la puerta y te encuentras en mitad de un pueblecito, todo lleno de cafés y de tienditas.

4. Se abre el telón. Soy uno de los socios de este teatro-bar, pero no es la única razón por la que me gusta. Se ha creado un ambiente muy relajado y familiar. Toco a menudo aquí, sobre todo para amigos, lo que convierte las actuaciones en una experiencia muy agradable. (Loreto y Chicote 3).

5. El Rincón. Es otro de esos bares en los que te hacen sentir igual que si te encontraras en tu propia casa. Tiene algo importante, como es el hecho de que resulte igualmente agradable desayunar allí que tomarte una copa más tarde. (Espíritu Santo, 26).

6. Parque del Oeste. Me gustan los parques, también el Retiro, pero este es fantástico porque anda un poco perdido y resulta especialmente tranquilo. En verano es un placer echarse una siesta tumbado en el césped, en algún rincón al refugio del calor.

7. El Rastro. Lo prefiero para dar una vuelta y encontrarme con los amigos antes que para comprar cosas. Lo he frecuentado mucho pero ahora, por desgracia, por culpa de las giras que me tienen siempre fuera de Madrid tengo muy pocos domingos libres para acercarme por allí.

8. Teatro Lara. Sigo con mi fijación con los teatros. También está entre mis preferidos el Español, pero con el Lara tengo una debilidad porque todos los domingos por la mañana actúo para niños. El lugar es una bombonera con mucha historia y tiene un escenario en el que me siento a gusto. (Corredera Baja de San Pablo, 15).

9. Plaza de Puerta de moros. Cuando llegué a España hace 14 años no conocía a demasiada gente. Con los pocos amigos que tenía solía reunirme en esta plaza de la Latina, buena gente y muy divertidos. Algunos de ellos bailaban en la calle. Tengo muy buenos recuerdos de aquellos días.

10. Plaza de San Ildefonso. Cada vez que veo la estatua de la estudiante me da super buen rollo. Voy por allí desde hace muchos años. Los veranos me gustan especialmente, cuando se acumula un montón de gente y se genera un ambiente fantástico.