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deportes | hípica

Todo para su poni

Ifema acoge este fin de semana una completa feria en torno al caballo

Un entrenamiento de doma en la Madrid Horse Week.
Un entrenamiento de doma en la Madrid Horse Week.LUIS SEVILLANO

La Madrid Horse Week que se celebra desde ayer hasta el domingo en IFEMA es una oportunidad única de oler el noble perfume del estiércol equino sobre moqueta. La feria comprende dos secciones: una comercial con toda clase de productos relacionados con la hípica, y otra dedicada a la competición y la exhibición. Partidos de horseball, un susurrador de caballos y concursos de salto, doma y volteo se celebran en una pista central. “Es la primera piedra para traer a Madrid la Copa del mundo de doma, salto y enganches”, explica el consejero delegado del evento, Álvaro Arrieta: "Podríamos conseguirlo en tres años y sería algo histórico".

Más allá de las exhibiciones, pasear por el recinto es una experiencia. Una de las pocas zonas restringidas son las caballerizas para evitar la tentación de hipervitaminar a los purasangres antes de la competición. Todo está lleno de niños que corren alrededor de la pista para ponis y de vaqueros de mandíbula cuadrada que hacen exhibiciones de lazo. La oferta de la zona comercial es avasalladora: comida para caballos, sillas a medida, guantes, cascos, trofeos para organizar su propio campeonato del mundo, seguros médicos, destinos turísticos (por ejemplo el exclusivo Sotogrande, cuyo torneo Santa María Polo Club es definido por una de las responsables del stand como “el evento del verano” por la afluencia de gente VIP)… A destacar, un artista que promociona muy sonriente sus retratos ecuestres (en modalidad con jinete o solamente del caballo, entre 3.000 y 8.000 euros) y las lecciones de acupuntura equina. La entrada cuesta 10 euros (10 euros más las competiciones oficiales, y los menores de 12 años gratis): una bicoca si tiene en cuenta que el boleto le abre la puerta a la adquisición de un remolque para caballos –o una carroza a los más románticos- y joyas con colmillo de elefantes por si no tiene la oportunidad de ir a Botsuana a conseguir los suyos propios. En el caso de que visite la muestra con niños y se resista a comprarles un retrato o un alazán, también se venden gominolas y perritos calientes.

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