Trias se asegura la paz laboral en el Ayuntamiento con una paga de 700 euros

Xavier Trias sigue sin ser capaz de cerrar acuerdos estables en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. Sí ha logrado, en cambio, asegurarse la paz laboral en el Consistorio acordando con los sindicatos la prórroga de su convenio colectivo y añadiendo a esta el compromiso de pagar antes de que finalice el año “una gratificación extraordinaria en concepto de productividad” a los 10.000 funcionarios municipales.

La mejora retributiva aprobada por un decreto de Alcaldía aprobado este martes, y al que tuvo acceso este diario, supondrá para este año un desembolso de siete millones de euros, según han confirmado fuentes consultadas por este diario. Pero la medida no se quedará ahí, ya que tendrá continuidad durante los próximos tres ejercicios a través de la recuperación de los complementos de carrera profesional, que supondrán un ingreso adicional para los empleados públicos de alrededor de 50 euros mensuales y un coste agregado anual para las arcas municipales de unos siete millones de euros. El Ayuntamiento pagará 28 millones de euros por el acuerdo hasta 2015.

Cada empleado municipal recibirá antes de que concluya este mes entre 700 y 900 euros, en función de su categoría profesional y de acuerdo “al grado de consecución de los objetivos fijados”, según señala el decreto de Alcaldía con el que el Gobierno municipal ha sacado adelante la paga. La medida, además de a los trabajadores municipales, beneficiará también al resto de empresas y entes que dependen del Ayuntamiento, con las únicas salvedades de Parcs i Jardins y Barcelona Serveis Municipals, que tienen sus propios convenios.

Nunca antes el Ejecutivo barcelonés se había atrevido a implantar una retribución similar, que choca con otras medidas de ahorro lanzadas por el Ayuntamiento e incluso con las que el Gobierno de CiU ha diezmado los servicios sociales de la Generalitat. De hecho, la decisión viene a compensar la supresión del complemento por carrera profesional que se vio forzado a llevar a cabo Jordi Hereu, alcalde anterior a Trias. El último alcalde socialista de Barcelona se vio entonces obligado a adoptar la medida a causa del decreto ley de recortes que aprobó en mayo de 2010 el Ejecutivo de Zapatero.

Antonio Lorite, presidente del comité de empresa del Ayuntamiento, admite que la paga es una “contrapartida” ofrecida por el Gobierno municipal para sellar la prórroga del actual convenio, que expiró en diciembre de 2011, hasta 2015. La fórmula es una más de las que están utilizando algunas Administraciones para sortear al Ministerio de Hacienda en el control del recorte del gasto.

Cuando las arcas públicas sufren su mayor estrés de tesorería a causa de la lucha contra el déficit impuesta desde Madrid y Bruselas, Trias aprueba esta suerte de aguinaldo en un marco presupuestario que considera que le va a favor. Su equipo económico considera legal la propuesta, prevé cerrar el actual ejercicio con equilibrio presupuestario y entiende que la medida no supone incrementar el capítulo 1 de su presupuesto —el que define el gasto dedicado al personal— porque ha conseguido reducirlo en lo que va de año un 3,2%.

Un portavoz del Ayuntamiento señaló también que se han contenido el resto de gastos y que el plazo de pago a proveedores sigue siendo un referente entre los ayuntamientos españoles, al liquidar las facturas a 30 días vista. “Y ningún grupo municipal votó en contra en el plenario”, subrayó.

Pero el incremento de la retribución a la plantilla sí que choca con el recorte que han sufrido otras partidas de gasto más asistencial y con la incapacidad demostrada por el gobierno convergente para poder aprobar en el plenario municipal las cuentas del próximo año, que tendrán que esperar ante la oposición del PP y el PSC a apoyarlas. Mientras tanto, y gracias al buen estado de las finanzas municipales, el Ayuntamiento socorre la maltrecha tesorería de la Generalitat, que le adeuda transferencias pendientes y a la que ha sustituido en más de una ocasión para invertir en empresas necesitadas, como con la extinguida Spanair, o en infraestructuras que deberían correr a cargo de la Generalitat.

Fuentes municipales consultadas por este diario aseguraron que los derechos de la nueva “gratificación” tendrán carácter retroactivo hasta julio de 2011, por lo que el coste de la medida podría superar los 10 millones de euros para el presupuesto de este año.

La mejora retributiva con la nueva paga no será la única medida que el Ayuntamiento de Barcelona ejecutará para que sus empleados no pierdan poder adquisitivo en los próximos meses. Como han hecho otros consistorios catalanes, el de Barcelona adelantará la paga extra de verano de 2013 a la primera semana de enero para sortear y compensar el real decreto estatal que suprime la retribución de Navidad. Esa decisión supondrá para el ayuntamiento tener que avanzar a principios de año el pago de 36 millones de euros, ya que solo dos centenares de los 10.000 empleados públicos han solicitado al Gobierno municipal que no se les anticipe el pago.

El acuerdo, que también compromete al gabinete de Trias a aprobar un nuevo catálogo de empleos municipales —deberá tener en cuenta nuevas categorías y carreras profesionales—, ofrece al actual Gobierno la paz laboral con la que no pudo contar Hereu al final de su mandato, que sufrió las reivindicaciones laborales de los Bomberos de Barcelona y de los empleados de la empresa pública Parcs i Jardins.

El comité de empresa pide cautela ante el acuerdo laboral alcanzado y asegura que “la modernización y optimización de la carrera profesional” a la que se ha comprometido Alcaldía tendrá que desarrollarse en los próximos años. Antonio Lorite explicó que esta se basará en una especie de doble escala salarial, en la que los trabajadores que se incorporen al Consistorio lo harán con unas remuneraciones más bajas de las que son habituales. Esos salarios irán convergiendo con los de los trabajadores más veteranos paulatinamente, conforme vayan acreditando más experiencia.