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Los jefes de servicio piden tiempo para solucionar el conflicto sanitario

La plataforma se queja de la tardanza del Gobierno regional en aceptar la negociación Los médicos lamentan "los inconvenientes que el retraso ha generado en los ciudadanos"

Elena G. Sevillano

Los jefes de servicio de los hospitales públicos madrileños están satisfechos con la apertura de negociaciones con la Consejería de Sanidad, pero lamentan que no se hayan producido hasta llegar a la tercera semana de huelga indefinida. Lamentan, aseguran en un nuevo manifiesto, "los inconvenientes que este retraso ha generado en los ciudadanos". Ante las reuniones con sindicatos y coordinadora de médicos, y la  petición del consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, de un plan alternativo al suyo que consiga ahorrar más de 500 millones, los jefes de servicio afirman: "Deberíamos todos darnos el tiempo necesario para lograr el compromiso que todas las partes deseamos encontrar".

"La Consejería no debería dejar pasar esta oportunidad de alcanzar un acuerdo que es posible y muy deseable. El objetivo es mantener vivo uno de los mejores sistemas públicos de salud de Europa", acaba el texto, firmado por la Plataforma de Jefes de Servicio de la Sanidad Pública de Madrid. Esta plataforma aglutina a médicos jefes de servicio de 25 hospitales de la región y su primera acción consistió en solicitar a la Consejería en una carta abierta la retirada del plan sanitario para 2013 que incluye la privatización de la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud. Aquella primera carta iba respaldada por 575 firmas de jefes.

Los dirigentes de la Consejería de Sanidad son “temerarios” e “irresponsables” por permitir que el conflicto sanitario se prolongue, dijeron los jefes de servicio

El pasado 11 de noviembre la plataforma reunió en el Colegio de Médicos de Madrid a unos 500 jefes de servicio en una asamblea, algo inédito. Allí acordaron mantener su reivindicación de negociar una vez se haya paralizado el plan, y no antes. En sus intervenciones, consideraron que los dirigentes de la Consejería de Sanidad son “temerarios” e “irresponsables” por permitir que el conflicto sanitario se prolongue y los acusaron de ser “responsables directos de la falta de asistencia” en la que se pueda incurrir durante las jornadas de huelga. Muchos de los que hablaron pidieron la dimisión del consejero, Javier Fernández-Lasquetty, por no considerarle ya un interlocutor válido. Otros pidieron una auditoría económica, además de la intervención del Defensor del Pueblo. Durante la asamblea se analizaron también datos económicos según los cuales la gestión privada es más cara que la pública.

"No es cierta la afirmación contenida en el plan de que 'está comprobado que el modelo de concesión es más eficiente'. La plataforma de jefes de servicio ha solicitado de manera repetida la paralización del plan de sostenibilidad para analizar conjuntamente cada una de las medidas anunciadas y buscar alternativas de gestión eficiente que no comprometan el futuro de la sanidad pública madrileña", afirman en este nuevo manifiesto. Aunque lamentan la tardanza de la Consejería en dirigirse a ellos -se reunirán con el consejero el lunes a las 11.00 horas junto con el resto de representantes de los médicos madrileños-, también manifiestan su "satisfacción por que la Consejería haya aceptado la oferta de colaboración y se haya dado cuenta de que no puede haber un verdadero plan de sostenibilidad sin la participación de los profesionales médicos".

Es la tercera carta abierta de los jefes de servicio de los hospitales públicos madrileños. La segunda, dirigida “a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid”, afirmaba que el plan “compromete seriamente la calidad y la universalidad de la sanidad pública madrileña con la que estamos decididamente comprometidos por razones éticas y profesionales”. “Nuestro único objetivo es la salud y el bienestar de los pacientes”, añadía.

Frente a medidas como la privatización de la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud bajo el “único argumento” de “la necesidad de abaratar costes”, los jefes de servicio señalaron que “no es cierto que la sanidad privada sea más barata que la pública”. “En los países en que coexisten ambos sistemas el gasto sanitario por habitante y año es mucho más alto y la aportación de gasto público para ello también. Los ejemplos en España así lo demuestran”, explicaron.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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