El espíritu navideño también alimenta
Las organizaciones benéficas ven bien las iniciativas solidarias de recogida de alimentos Algunas lamentan que la tendencia altruista se esfume en la cuesta de enero
La cercanía de las Navidades siempre parece despertar el talante altruista. Con la crisis económica se intensifican las campañas solidarias por parte de Cáritas o el Banco de Alimentos de Madrid y se acentúa la empatía ciudadana con los que menos tienen. Este año se han incrementado las iniciativas particulares que parten, en su gran mayoría, de gente joven con ganas de aportar su granito de arena desde el ámbito escolar o universitario. También florecen los proyectos benéficos entre asociaciones deportivas o empresas privadas. Tanto, que desde los principales puntos de recogida de alimentos no perecederos se encuentran un poco saturados. “Hay muchas buenas intenciones, y bienvenidas sean, pero este diciembre hemos tenido que hacer encaje de bolillos para organizar a los voluntarios”, aseguran desde el Banco de Alimentos de Madrid.
En este campo, la solidaridad coquetea con la publicidad y la buena prensa. Es el caso de la cadena de cafeterías Starbucks, que a finales de noviembre lanzó la campaña de cambiar un paquete de alimentos no perecederos por una bebida caliente. Café o chocolate a cambio de ayudar a los más desfavorecidos, y puntos positivos en la popularidad de la cadena; un ejemplo de tantos.
Unos universitarios crean Bankilo, el único banco que hace #foodbanking
Recientemente, un grupo de alumnos de la Universidad Complutense le dio la vuelta y lanzó una campaña publicitaria fresca e ingeniosa como parte de una asignatura del Grado de Publicidad y Relaciones Públicas. En ella, 80 estudiantes de entre 21 y 23 años invierten el concepto de entidad bancaria para crear Bankilo, el único banco que hace #foodbanking. Y sin recibir nada a cambio más allá de la aprobación del tutor del proyecto, Javier Sierra Sánchez. “Surgió como parte de la asignatura cuatrimestral de Creatividad Publicitaria”, cuenta Allison Saavedra, de 21 años.
“Queríamos colaborar de algún modo, y nos pareció que como ahora la gente está tan en contra de los bancos, llamaría la atención enfocarlo por ahí”. Su objetivo pasa por reunir una tonelada de alimentos desde hoy y hasta el viernes 14, en una caseta montada en el hall de la Facultad de Ciencias de la Información. Para quien no pueda acercarse a donar comida, los chavales han abierto una cuenta bajo el nombre kilos por euros, en la que se comprometen a que cada euro se convierta en alimentos no perecederos.
Operaciones solidarias en marcha
- Bankilo, el único banco que hace #foodbanking". Es una iniciativa para recoger alimentos no perecederos promovida por los estudiantes del curso de Publicidad y Relaciones públicas de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
- Operación Kilo navideña. Organizada desde la Asociación de Patinaje Rolleando mediante una yincana infantil en la que los premios serán kilos de alimentos que los niños podrán donar.
- "Dos litros de aceite por una entrada". Fue la manera en la que la Fundación Estudiantes llenó de aficionados el Palacio de Deportes el pasado 1 de diciembre. Todo lo obtenido va dirigido al Banco de Alimentos de Madrid.
“Al principio pensábamos que al ser estudiantes nadie nos haría caso”, explica Saavedra, “por eso nos marcamos la tonelada como objetivo sí o sí, para motivarnos”. Pero visto el impacto que la campaña está teniendo en las redes sociales en las dos semanas que lleva activa, la joven es optimista: “Esperamos rebasar la tonelada, hay que pensar en grande, salir del espacio de confort”. Lo que recojan se destinará a Cáritas Universitaria y Cáritas Madrid, “en principio para repartir por comedores sociales de la capital, aunque si hay suficiente irán a parar a otras zonas”.
Por ahora han conseguido adherir a supermercados como Mercadona y establecimientos comerciales como Tiger, y conseguir el apoyo de caras conocidas como Sara Carbonero, Bertín Osborne, Ana Rosa Quintana o Luis Tosar. El próximo viernes, Cáritas irá a recoger los alimentos y les confirmará si pueden continuar en otro espacio que les cedan. “Aunque está complicado”, reconoce la portavoz de Bankilo, “porque nos dicen que están de trabajo hasta arriba con esto de las Navidades”.
La Asociación de Patinaje Rolleando todavía no cuenta con un año de vida, pero sí con un grupo entusiasta de niños que cada fin de semana hacen sus pinitos sobre ruedas en el parque del Retiro. Precisamente pensando en concienciarles, los monitores de Rolleando se lanzaron a organizar la Operación Kilo navideña de este año. El próximo 16 de diciembre el pulmón del centro de Madrid acogerá una ginkana infantil en patines donde los premios serán botes de comida que los niños podrán donar. Además, habrá una ruta para los adultos por el carril bici de Serrano, en la que se repartirán folletos entre los viandantes sobre la importancia de la recogida de alimentos.
El Estudiantes regaló una entrada por la donación de dos litros de aceite
Camino Ballesteros es alumna de Rolleando y además, trabaja en el Departamento de Comunicación de Esri España, empresa dedicada a la geolocalización y a los mapas inteligentes. “Se han unido a la iniciativa creando una aplicación que enseña a los más pequeños el proceso que siguen los alimentos desde que se recogen hasta que llegan a parroquias y comedores sociales, montada como un cómic”, explica Ballesteros. “Pero desde Rolleando, además de movilizar a todo el parque del Retiro el día 16, queremos concienciar a la gente de la importancia de que no se donen alimentos solo de cara a la Navidad”. Por eso, independientemente de que el día 16 sea “el foco donde converjan las recogidas internas” que han promovido durante estas semanas, el pasado sábado se calzaron los patines para grabar un vídeo en el que los conos y obstáculos que utilizan habitualmente en sus clases se convierten en kilos de comida. “Mucha gente, cada día más, lo necesita”, subraya Ballesteros.
Es otra de las genuinas iniciativas que parten del mundo del deporte, como la del partido de baloncesto solidario de la Fundación Estudiantes, el pasado 1 de diciembre. Bajo el lema Dos litros de aceite por una entrada, el Palacio de Deportes se llenó de aficionados en el encuentro entre el Asefa Estudiantes y el Blusens Monbus. Mary Cid, voluntaria del Banco de Alimentos, cuenta que colaboran con “más de 400 instituciones” y tienen “unas 60 en lista de espera, porque con la crisis estas instituciones cada vez tienen a más gente. Necesitamos kilos y kilos. Los comedores sociales están llenos de gente, y cada vez más”.
En Leganés, Nicolás Ríos calcula que unas 20.000 personas recurrirán a estos comedores sociales en las próximas Navidades. Este chaval de 18 años recién cumplidos, alumno del instituto Julio Verne de la localidad, hace el cálculo basándose en la gente desempleada. Él solo, con la ayuda de su amiga Juana, menor de edad, ha conseguido movilizar a ocho institutos de Leganés para trabajar “codo con codo” y llegar a recoger “500 kilogramos de alimentos” para distribuirlos en el Comedor de Paquita, un centro social muy conocido en la localidad. “El diciembre pasado recogimos más de 100 kilos solo en mi instituto”, explica Nicolás, “y este año me dije, ‘tengo que ir a lo grande”. Reconoce que han sido muchas horas de “mandar emails, hacer llamadas de teléfono, crear eventos en Tuenti y Facebook, poner carteles”.
Pero el resultado está ahí. Entre el 10 y el 17 de diciembre se recogerán alimentos en estos ocho institutos, y el Ayuntamiento de Leganés se ha ofrecido a ayudarles poniendo un camión y un chofer para transportarlos al comedor. “Paquita nos ha pedido sobre todo aceite y alimentos como paté o conservas, que se puedan poner entre pan y pan, para los bocadillos que reparte por las noches”, explica Nicolás Ríos. Una pequeña contribución más que parte de un chaval joven e inquieto con ganas de ayudar a los que tiene más cerca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.