Nubes de tormenta sobre Sabadell
La polémica ha envuelto al alcalde de Sabadell, Manuel Bustos (PSC), desde 1999
La polémica ha envuelto al alcalde de Sabadell, Manuel Bustos (PSC), desde que tomó el mando del Ayuntamiento en 1999. Se trata de varios casos que han empañado la gestión del equipo de gobierno y han sido denunciados entre los partidos de la oposición. Estos son algunos de ellos.
El tío constructor. Manuel Bustos favoreció reiteradamente con concesiones urbanísticas a empresas su tío, Melquíades Garrido, que en 2000 fue nombrado presidente de la empresa municipal de Vivienda, Vimusa. Bustos concedió, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Federación de Municipios de Cataluña —entidad de la que es presidente— varias obras a compañías propiedad de su familiar o de socios de este. Después de las informaciones publicadas por este diario, Bustos relevó a Garrido del cargo en 2007, que actualmente preside el Gremio de Constructores de Sabadell y Comarca.
Caso Bemba. El cierre en 2003 del Bar Bemba, muy popular entre los jóvenes de izquierdas, acabó en una batalla campal con la policía. Los agentes se habían personado, acompañados del alcalde y de su hermano, Paco Bustos, entonces responsable de la Guardia Urbana, alegando que los vecinos se habían quejado por el ruido. El hermano del edil acabó dimitiendo porque aseguraba sentirse acosado por los jóvenes. Fue recolocado en otra concejalía.
Pisos sociales. El gobierno de Bustos adjudicó en 2004 pisos tutelados para jubilados a beneficiarios que no cumplían los requisitos. Dos de ellos fueron a parar a familiares del equipo de gobierno: uno se otorgó a los tíos de la concejal de Servicios Sociales, Maria Ramoneda, y otro se le dio a la madre de la cuñada de Rosa Graells, jefa de Servicios Sociales. El caso llegó a la fiscalía, que detectó irregularidades en 76 de los 101 pisos del Complejo de Sant Oleguer, pero archivó el caso al constatar que no apreciaba indicios de delito.
Voto rectificado. Bustos permitió excepcionalmente que el concejal del PP, Jordi Soriano, cambiara su voto en el pleno municipal en 2009. Se votaba la adquisición por parte del Ayuntamiento del castillo de Can Feu, un edificio de principios del siglo XX, en estado ruinoso, sin un uso futuro definido. El convenio firmado con el propietario implicaba que este se ahorraba pagar dos millones de euros para su rehabilitación. La oposición (entonces superaba por un concejal al gobierno del PSC), dudando de la operación, votó en contra, invalidando la compra. Pero inmediatamente, Bustos forzó una pausa en el pleno y tras reunirse con Jordi Soriano (PP), este cambió su voto y el Ayuntamiento se hizo con el castillo.
Ciutat de la Música. El pasado mes de septiembre, la oposición impulsó la creación de una comisión para indagar sobre el destino del dinero invertido en la Ciutat de la Música, un proyecto fantasma que desde hace años presume el alcalde, pero que nunca se ha llegado a hacer realidad. La oposición calcula que se han invertido cuatro millones de euros en el proyecto, una cifra que niega el equipo de gobierno.
Todo queda en familia. A los políticos les gusta rodearse de sus personas de confianza. Y, a veces, no hay mejor aliado que la propia familia. Manuel Bustos no es una excepción y desde que hizo con la alcaldía de Sabadell siempre ha contado con su hermano Paco Bustos como escudero. Este último ha pasado por varias concejalías y actualmente preside el PSC del Vallès Occidental Sur. El edil también decidió tener cerca a su tío, Melquíades Garrido, constructor de profesión, hasta que tuvo que cesarlo por la presión de la oposición a raíz de las polémicas adjudicaciones. De hecho, el resto de grupos del consistorio siempre le han reprochado a Bustos el clientelismo y los altos niveles “enchufismo” en el Ayuntamiento.
Aliados en el PP. Pero a veces los favores pueden provenir de otros partidos. Bustos siempre ha encontrado en el PP un buen aliado, especialmente cuando el líder popular local fue Jordi Soriano, que apenas presentaba propuestas y salvó a Bustos en varias ocasiones (el castillo de Can Feu y evitó la creación de una comisión investigadora sobre los pisos de Sant Oleguer). A Bustos le convenía tanto la presencia de Soriano que cuando la dirección del PP decidió el año pasado no renovarlo en las listas, el alcalde socialista insistió al equipo de Alicia Sánchez Camacho para que mantuvieran a Soriano. No lo consiguió.
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