El PP exige ahora un acuerdo que le incluya para desbloquear la FAMP

Los insultos no hacen mella en la alcaldesa de Marbella, la popular Ángeles Muñoz, quien este martes escenificó que, aunque le han llamado “golpista” y “secuestradora”, pretende ejercer la presidencia de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) con una reunión con sus técnicos. La responsable del PP se ha hecho cargo de la instititución tras la renuncia del alcalde de Dos Hermanas, el socialista Francisco Toscano, en protesta por el relevo acordado por su partido, IU y PA sin consultarle. Muñoz ha avanzado las condiciones para desbloquear esta situación: que la nueva FAMP incluya al PP y que se negocie a partir del principio de acuerdo que se llegó hace un año y que nunca se cumplió.

Ese pacto entre Toscano y Muñoz preveía un reparto de los 27 puestos de la ejecutiva (12 para el PSOE, 12 para el PP, dos para IU y uno para el PA) y una presidencia rotatoria. Esta, según dijo  Muñoz, no es ahora la condición fundamental para desbloquear el pacto, sino que “haya una representación de todos los grupos”.

El PSOE quiere la dirección de este organismo por ser el partido con más alcaldes y concejales. El PP, por su parte, argumenta que obtuvo 300.000 votos más que los socialistas en las elecciones municipales y que gobiernan las ocho capitales, cinco diputaciones, 267 municipios y al 65% de los andaluces.

La actitud del PP ha cambiado en cinco semanas. El pasado día 20 de octubre anunciaron que, ante la falta de acuerdo, abandonaban la FAMP, donde solo se encontraban los populares para mantener viva una impugnación a la incorporación de las mancomunidades a la asamblea, lo que garantizaba un mayoría absoluta socialista.

Si socialistas, IU y PA mantienen su acuerdo de marginar a los populares, estos abandonarían la FAMP

Pero la cesión de la presidencia tras la dimisión de Toscano les ha dejado ahora la dirección del conflicto en bandeja, ya que la presidencia debe convocar la comisión ejecutiva de la organización para que apruebe el relevo y sea ratificado en asamblea. Muñoz sigue sin prisas y advirtió que, si se han incumplido los plazos durante más de un año —deberían haberse convocado cuatro reuniones ejecutivas y una asamblea—, no hay razón para acelerar ahora el proceso.

Muñoz reclama una negociación en “dos, tres semanas o un mes” y saber qué piensa el secretario general del PSOE y presidente de la Junta, José Antonio Griñán.

Su agenda es, primero, “saber qué quieren hacer el PSOE y el resto de partidos”; después, “ver si existe margen de acuerdo”; y finalmente, si se propone una FAMP en la que esté presente el PP, recuperar la organización. Pero si socialistas, IU y PA mantienen su acuerdo de marginar a los populares, estos abandonarían la FAMP.

Pese a que el acuerdo entre los partidos de izquierda y el PA dejaba claro la pretensión de refundar la organización sin el PP, Muñoz no quiere darlo por hecho, por lo que llamó a negociar y pidió la implicación de Griñán. Argumentó que no es comprensible una organización en la que no esté representada la mitad de los ayuntamientos y llamó la atención sobre la ausencia de la FAMP en debates claves, como los Presupuestos andaluces o la reorganización de la Administración del Estado.