La huelga deja más de mil toneladas de basura en las calles de Jerez

 Más de un millón de kilos de basura en las calles. Ocho días de paro. Las negociaciones se han roto y Jerez tendrá que seguir padeciendo la huelga de limpieza viaria y recogida de basura, al menos, una semana más.

Poco antes de las seis de la tarde se acabó el diálogo entre la empresa concesionaria y los trabajadores. Urbaser ha decidido no moverse un milímetro de su posición inicial y las conversaciones han vuelto al origen. La empresa pretende cargar sobre la plantilla el 100% del tijeretazo que el Ayuntamiento va a aplicar al servicio en los próximos presupuestos.

A partir del 1 de enero, el gobierno municipal del PP reducirá el gasto en limpieza y recogida de basura el 20%, 4,7 millones de euros. Con este ajuste encima de la mesa, la empresa ofrece a la plantilla dos opciones: 125 despidos (más del 30% de los empleados) o una bajada salarial media de 11.904 euros por operario (computable en dinero y vacaciones). Los trabajadores eligieron en asamblea y por unanimidad una tercera vía: continuar una huelga de carácter indefinido que hoy llega a su novena jornada.

Ni el comité de empresa ni el gobierno municipal esperaban la ruptura del diálogo. De hecho, desde primera hora de la mañana se presumía el fin de los paros. La plantilla propuso el jueves en la mesa de negociación una bajada salarial de 2,4 millones de euros más 30 prejubilaciones y Urbaser daba a entender al personal y al entorno de la alcaldía que habría acuerdo.

Se habían sentado las bases del acuerdo y la jornada del viernes se dejaba para avanzar y cerrar los detalles, principalmente, de las jubilaciones anticipadas. Sentados ya en la mesa, Urbaser decidió rechazar el preacuerdo y dirigir su mirada hacia el Ayuntamiento, que hasta el momento había intentado mantenerse al margen de las negociaciones como si no se tratara de un servicio público de titularidad municipal.

El Consistorio liquidó el 31 de mayo una deuda de 88 millones de euros con la compañía a través del préstamo ICO habilitado por el Estado para plan de pago a proveedores. Con ese ingreso, la Administración local no ha puesto el contador a cero. El Consistorio no paga el corriente desde enero y aún debe un canon de otros 15 millones de euros más, un impago que ayer puso sobre la mesa de negociación Urbaser. La situación se ha enconado y la adjudicataria no dará una nueva oportunidad al diálogo hasta el próximo jueves.

“¡Qué dé la cara la alcaldesa!”, exigía ayer el presidente del comité, Juan Cazalla al término de la asamblea. “Urbaser nos está utilizando para cobrar la deuda del Ayuntamiento. Aceptamos bajarnos los sueldos en 2,4 millones. ¿Qué más quieren?”, protestaba enérgico.

“El gobierno municipal tiene que sentarse a negociar”, reflexionaba ayer el presidente de la federación vecinal de Jerez, Sebastián Peña, aún sorprendido tras conocer que la ciudad tendrá que soportar la basura al menos una semana más.

Los servicios mínimos, ampliados del 10% al 50% por dictamen del TSJA, han permitido recoger en la última jornada 110.000 kilos de basura en algunas calles de los barrios más afectados por la protesta. Tras ocho días de huelga, las montañas de basura rodean la mayoría de los contenedores, los residuos ocupan ya parte de muchas aceras y los malos olores se cuelan por las ventanas de las viviendas cercanas. Cada día Jerez genera 250.000 kilos de basura y se retiran con la ayuda de 12 camiones —la mitad de la flota— 110.000 kilos.

El Ayuntamiento escucha las quejas y pide disculpas a diario, pero advierte de que el ajuste presupuestario “no tiene marcha atrás” y concede a la empresa “vía libre” para amoldar el servicio a la nueva reducción.