“En mi Gobierno solo habrá una voz”

Iñigo Urkullu va a gobernar en solitario. Lo ha dicho de una manera muy expresiva en el transcurso de los primeros contactos mantenidos con los cuatro grupos de la oposición: “En mi Gobierno solo habrá una voz”, precisó con la severidad que acostumbra el presidente del PNV. En el entorno de las negociaciones abiertas lógicamente no sonó a sorpresa. Con el mensaje explícito de esta frase queda descartada la fórmula de la posible coalición, una alternativa en todo caso poco deseada por los nacionalistas desde un principio y donde podrían concentrarse las aspiraciones nunca confesadas del PSE-EE. Eso sí, el futuro lehendakari mantendrá imperturbable su intención de silenciar su fórmula de gobierno hasta que concluya la siguiente ronda de reuniones.

Precisamente a partir de la próxima semana empezarán a cruzarse las fechas de los nuevos encuentros entre el PNV y los otros cuatro partidos con representación parlamentaria. Los nacionalistas esperan inicialmente que se les traslade una respuesta a modo de propuestas concretas a su documento enviado el pasado miércoles a todas las partes implicadas.

EH Bildu valorará la próxima semana en público la oferta de los nacionalistas

En el caso del PP, sus previsiones pasan por decidir el próximo lunes cuál será la delegación que empezará a desbrozar los temas con los nacionalistas. Según los primeros tanteos, es muy posible que Urkullu no encabece la representación de su partido en esta segunda ronda, a la que se le asigna un carácter más técnico, reservándose para apuntalar aquellas cuestiones de índole más política a medida que avancen las negociaciones. Con ello, Patxi López (PSE) y Antonio Basagoiti (PP) jugarían el mismo papel.

La izquierda abertzale, por su parte, ya tiene decidido su plan de respuesta al documento recibido el pasado miércoles. Así, la próxima semana realizará ante la opinión pública una valoración sobre las líneas estratégicas de la oferta del PNV y, a partir de ahí, concretará cómo abordar la siguiente ronda de negociaciones a la que acudirán.

Para los populares, el objetivo básico a partir del lunes se centra en asegurar un acuerdo con el PNV que garantice los presupuestos en las Diputaciones, repitiendo así la actual fotografía en los territorios de Álava y Bizkaia donde este año han unido sus voluntades, y, sobre todo, incluya en el pacto al Ayuntamiento de Vitoria. La capital alavesa, abocada a severos recortes, dispondría así de la tranquilidad económica de la que carece y que obliga frecuentemente a Javier Maroto, su alcalde, a bascular políticamente con el resto de grupos, incluido Bildu.

Los socialistas, a su vez, reconocen que “seguramente” elaborarán unas propuestas concretas a la oferta que les ha hecho llegar el PNV como paso previo a la siguiente reunión. Un portavoz del PSE-EE admitió ayer que mantienen “confianza” en que “son posibles” los acuerdos.