El Gobierno valenciano se queda a oscuras por falta de pago

Gas Natural Fenosa ha ordenado cortar este martes el suministro eléctrico a varias consejerías y dependencias de la Generalitat Valenciana para lograr que el Gobierno de Alberto Fabra, asfixiado por una galopante falta de liquidez, se pusiera al día en el pago de sus facturas. El pulso de la compañía eléctrica duró varias horas y tuvo lugar justo el día en el que se daba la orden de los primeros pagos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), en una maniobra destinada a situarse en la cabeza de la lista de de acreedores.

Tras el órdago de la compañía, la Generalitat valenciana mostró su indignación por la medida de presión empleada por la empresa acreedora. “Los cortes de suministro eléctrico efectuados hoy por Gas Natural Fenosa (GNF) en algunas dependencias de la Generalitat son incomprensibles e inconcebibles”, manifestó en un comunicado el consejero de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela.

El corte de suministro eléctrico en parte de las dependencias del Gobierno valenciano se ejecutó por sorpresa. La Consejería de Justicia y Bienestar Social y la de Agricultura sufrieron a media mañana un corte del suministro eléctrico en sus sedes centrales que se prolongó hasta la tarde. Otras instituciones, como la Biblioteca Valenciana, en el Monasterio de Sant Miquel dels Reis, o los puertos deportivos de Santa Pola y Xàbia, cuyos pagos se gestionan a través de Agricultura, también se quedaron sin luz. En la consejería de Sanidad, todo se quedó en una tentativa, ante la negativa de sus responsables a facilitar el acceso a los técnicos que iban a cortar el suministro.

Según confirmó este martes Hacienda, el Consell debe a la compañía facturas correspondientes a 2012. “Gas Natural Fenosa recibió el pasado mes de julio todos los importes acumulados a 31 de diciembre de 2011 a través del Plan de Pago a Proveedores”, explicaba el comunicado, “además, la Generalitat ha satisfecho durante los meses de septiembre y octubre, tal como tenía previsto, los pagos adicionales a la compañía”. No obstante, el Consell no quiso explicar a cuánto se elevan las facturas impagadas ni en qué consiste el acuerdo alcanzado ayer para que finalmente se restableciera el suministro por la tarde.

Gas Natural Fenosa, comercializadora de la electricidad que consume la Generalitat, informó a las cinco de la tarde de que había ordenado el restablecimiento del suministro tras haber quedado “resuelto” el conflicto con el Gobierno autonómico. Aunque la eléctrica tampoco quiso precisar la cuantía de los pagos atrasados que le adeuda el Consell. Del mismo modo, tampoco dijo en qué consistió el pacto con el Ejecutivo de Fabra.

“Desconocemos la razón de esta medida absolutamente desmesurada y esperamos que GNF pida excusas a los valencianos, ofrezca una explicación coherente a la Generalitat y reconsidere el daño irreparable de imagen causado”, se quejaba Vela, que añadió: “El Consell lamenta esta injusta actuación y espera que responda a meros motivos de política comercial y no a otros intereses que ahora desconocemos”.

En la Consejería de Bienestar Social el corte se produjo a las doce del mediodía, cuando se interrumpió todo el trabajo administrativo. “De repente, se apagaron todas las luces y los ordenadores”, explica un funcionario que no quiere ser identificado a este diario. “Algunos teléfonos funcionaban y otros no”, añade. en ningún momento hubo información oficial de lo que estaba sucediendo.

De hecho, como comenta este trabajador, fue a través de comentarios de pasillos y de llamadas a compañeros de otras dependencias del Gobierno valenciano como se fueron enterando de que el origen del incidente estaba relacionado con los impagos de la Generalitat a la compañía eléctrica, cuyos operarios se habían desplazado a las dependencias públicas para interrumpir el suministro. Hacia la una y media, y ante la imposibilidad de trabajar, se dió la orden a los empleados públicos de que en media hora se marcharan a sus casas.

No es la primera vez que salen a la luz los problemas de las instituciones de la Comunidad Valenciana con la factura eléctrica. Por ejemplo, en septiembre de 2011 ya se amenazó con un corte del suministro eléctrico al despacho del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Y en febrero pasado, varias dependencias municipales del Ayuntamiento de Valencia se quedaron a oscuras por falta de pago. Se vieron afectadas una biblioteca pública y las oficinas del servicio de Relaciones Internacionales y del servicio Tributario. Al igual que ahora con el Consell, este juego de presión de las eléctricas se aplica a dependencias con una importancia tangencial.

Tras la autorización del Gobierno central, Fabra recibirá del Fondo de Liquidez Autonómica 2.500 millones. De ese dinero, tras pagar a bancos y algunas deudas con el Gobierno, al Consell le queda para afrontar los impagos con los proveedores 646 millones de euros, una suma alejada de las necesidades reales. Solo a los farmacéuticos, la Generalitat debe 568,11 millones de euros por facturas pendientes de pago desde mitad del mes de abril, según denuncia el colectivo, que amenaza con un cierre indefinido desde el lunes que afectará a dos de cada tres farmacias.