Los trabajadores de FGV se reunirán con consejería tras dos días de huelga

“Tenemos que apoyar la huelga si es para solucionar los problemas”, comentaba solidaria Alba. Esta mujer -medio boliviana, medio argentina- esperaba pacientemente en la estación de Luceros de Alicante. Era la una y media de este lunes y necesitaba un tren de la línea 1 para llegar a su empleo en El Campello. Había salido de casa con tiempo de sobra debido a la huelga. “Es lo mejor que tenemos en Alicante”, remarcaba en referencia al tranvía. Al poco llegó su tren, y en él también subieron más de la mitad de los pasajeros que esperaban en el andén de esta estación subterránea. Algunos de ellos eran turistas. Extranjeros y españoles. “No sabía nada de la huelga. En Madrid también hay de transporte, pero menos mal que no es de tren”, explicaba una pareja que se dirigía a Benidorm. Todos ellos se han visto afectados, tanto en el Tram de Alicante como en metro de Valencia, por los paros convocados por los trabajadores de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana contra el futuro Expediente de Regulación de la Empresa (ERE). Es el segundo completo que se lleva a cabo y el primero de tres días consecutivos.

Con el cumplimiento de los servicios mínimos, concertados como de un 55% en las horas punta y un 40% en las horas “valle”, la frecuencia de paso se ha espaciado y el malestar de los viajeros ha aumentado. Esta segunda jornada, además, ha servido para conseguir una cita con el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, y la consejera de Transportes, Isabel Bonig. Según el comité, “entre el 90 y el 100%” de los trabajadores la ha secundado. La entidad lo ha reducido a un 75% en Valencia y un 73% en Alicante. La consejera les trasladará que el ERE, que amenaza con 500 despidos en una plantilla de 1.800, no está definitivamente perfilado y que en cuanto esté listo serán los primeros en conocerlo. El comité ha convocado nuevos paros los días 8, 12 y 16 de noviembre. Esquerra Unida, por su parte, ha mostrado su apoyo a los trabajadores de FGV y ha considerado que sus movilizaciones "son tan justas como necesarias".

“Yo me he adelantado la hora de salida”, relataba Matilde, una estudiante de Historia de Valencia, “para llegar a tiempo”. “He tardado el doble y he llegado justo”, añadía mientras esperaba a volver de clase con su madre porque tiene ansiedad y “por la tarde hay más masificación”. Otra pareja de universitarias reconocía haber tardado una hora en un trayecto de 20 minutos. “Hemos cambiado el metro por el autobús”, aclaraban, “y lo vamos a hacer estos días”. En Valencia no se han registrado incidentes reseñables más que dos estaciones con cerraduras selladas. En Alicante, sin embargo, FGV ha informado de diversos actos vandálicos ocurridos por la noche. La dirección denuncia que han aparecido varias cadenas en la catenaria y que se han cortado cables de señalización en la línea 1 entre El Campello y Benidorm. Este corte ha alterado la señalización de esta línea y ha terminado produciendo retrasos en todos los servicios mínimos. El comité de empresa asegura que ha sido informado por la dirección de FGV y condena estos actos vandálicos, según fuentes sindicales. El tráfico, según han informado desde la Dirección General de Tráfico, no se ha visto afectado. "Hemos tenido las mismas retenciones que siempre en la V-30, CV-35 y CV-50", han comentado desde la entidad”.

La jornada ha estado jalonada, además, de protestas. A mediodía, unos 60 trabajadores se han concentrado ante la sede del PP de Valencia con bocinas, silbatos y carteles donde se leía "corruptos". Y, por la tarde, varios centenares de empleados y familiares han ocupado las vías principales de la ciudad (desde la plaza de San Agustín hasta el parque de La Alameda por la calle Colón). “Seguiremos así el tiempo que haga falta”, resumía uno de ellos. “Ha sido un día activo y muy positivo”, decía Alicia Murcia, presidenta del comité en la sección valenciana.

En general, el segundo día de protesta ha transcurrido con normalidad. La gente ha optado por la precaución y, en la mayoría de casos, ha cambiado la forma de transporte. Aparte de alargar la espera y modificar su ruta, la solidaridad con los trabajadores se ha mantenido”, “Es lo único que les queda”, mascullaba una apurada trabajadora en un desolado hall de la parada de Universitats de Valencia.

Serafín Castellano ha señalado, según informa Efe, que la reunión de este martes obedece a la actitud de "siempre" del PP de "dialogar, conversar y dar la cara ante todas las situaciones". "Prueba de que somos una de las Comunidades Autónomas que más ajustes y reformas estamos haciendo para cumplir la estabilidad presupuestaria es que somos una de las Comunidades en las que más manifestaciones se tiene, precisamente porque estamos actuando con seriedad y responsabilidad", ha señalado. También ha mantenido que el PP y el Gobierno valenciano aplican estas medidas para "crear empleo y salir de la crisis" y han garantizado que intentarán aplicarlos desde "la comprensión y el diálogo". "Entendemos cualquier crítica o manifestación que nos hagan, pero siempre dando los argumentos de cuáles son el intereses general y los objetivos", ha concluido.