El PSC propone subir el tipo máximo del IRPF hasta el 60%

Maurici Lucena, número 2 de la lista del Partit dels Socialistes por Barcelona, estrenó este jueves su condición de voz económica del PSC —aseguró que lo compaginará con la responsable del área, Rocío Martínez-Sempere— desgranando las propuestas que el partido incluirá en el programa electoral del 25-N. Los socialistas propondrán en estas elecciones una serie de modificaciones impositivas para que paguen más tributos quienes más tienen. Entre ellas, la subida del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas hasta el 60% para las personas que tengan rentas anuales superiores al millón de euros. Según la consultara internacional KPMG, el actual tipo máximo del IRPF en Cataluña (56%) es el tercero más alto del mundo detrás de Aruba y Suecia. La propuesta del PSC lo situaría en el primer lugar de la clasificación mundial. “Nuestro principio inspirador es doble: el sentido común y la equidad”, defendió Lucena, que mantuvo que los socialistas apuestan por la austeridad pero “mirando de manera sensible como hacer el Presupuesto”.

El PSC quiere modificar otros dos impuestos: el primero, el impuesto de sucesiones, derogado por CiU al poco de iniciarse de legislatura y caballo de batalla de la oposición durante todo el mandato, que volvería al nivel en el que lo dejó el tripartito. “Queremos volver al ante statu quo, la reforma del Gobierno del PSC que eximía a las clases medianas y trabajadores del pago de este impuesto”, remarcó Lucena. El segundo, el de Patrimonio. El partido quiere fijar el mínimo exento en 500.000 euros (ahora son 700.000 euros) y subir “moderadamente” los tipos progresivos. Las tres propuestas, sentenció el candidato socialista, suponen “una nueva tributación para las grandes fortunas”.

En el programa económico del PSC también figurará la propuesta del pacto fiscal que defendieron los socialistas en el debate monográfico celebrado en julio en el Parlament. El modelo del PSC establece que Cataluña pueda tener una "capacidad normativa plena" sobre todos los impuestos, en una agencia tributaria, con mayoría catalana y participada por el Estado. Este modelo es prácticamente igual al votado en el Parlamento de Cataluña —el PSC se sumó en varios puntos— con la única salvedad de la configuración de la hacienda catalana, que en la propuesta del Parlament no dejaba espacio para el Gobierno central.

Para corregir el déficit fiscal los socialistas también reclaman que el respeto a la ordinalidad (que Cataluña mantenga la misma posición en la clasificación económica de comunidades una vez transferidos recursos a otras autonomías) esté fijado en la Constitución.

Lucena criticó muy duramente la política económica del Gobierno de Artur Mas. Arreó contra la gestión industrial por “absente”, cargó contra los retrocesos “en sanidad y educación” y tildó de “retórica y vacía de contenido” la intención de Mas de convertir su Gobierno en “el de los mejores”. Fundamentó sus críticas en una cifra: la prima de riesgo de la deuda catalana, en 360 puntos en 2010, se situó en junio en los 1.300. Y avisó: en caso de prosperar el proceso soberanista de CiU puede ir a más y tener “efectos traumáticos”.