El 45% de los catalanes sería pobre si se excluyeran las ayudas públicas

La tasa real de pobreza en Catalunya es del 45,7%, lo que significa que casi la mitad de los catalanes son pobres y cobran menos de 8.560 euros anuales, aunque esta cifra se reduce hasta el 22% una vez que los afectados han recibido alguna prestación social, como la de desempleo, la de vejez y las becas comedor. Lo revelan nuevos datos actualizados de la última Encuesta de Condiciones de Vida y Hábitos de la Población (ECVHP), que también apunta que la tasa de pobreza real entre los mayores de 65 años se dispara hasta el 87,39%, aunque se reduce en cerca de 70 puntos una vez recibidas las pensiones, hasta el 19,32%.

La encuesta, elaborada cada cinco años por el Instituto Nacional de Estadística de Cataluña (Idescat) en colaboración con otros organismos, concluye que la pobreza afecta al 38,20% de los menores de 16 años, situación que solo se consigue reducir hasta el 28% con ayudas y becas, por lo que, finalmente, son pobres más de 350.000 niños, lo que equivale a 3 de cada 10.

Las prestaciones sociales que se tienen en cuenta para calcular la tasa de pobreza también incluyen las pensiones, jubilaciones, supervivencia, enfermedad, invalidez y ayudas escolares, según recuerda el Idescat, que insiste en que de no ser por estas ayudas, la tasa de pobreza duplicaría la actual.

La situación se agrava en el caso de las viviendas unipersonales, donde la pobreza es del 61%, cifra muy superior a la registrada en las que viven menores dependientes, que tienen una tasa del 38%.

De la encuesta también se desprende que en Cataluña hay casi 500.000 personas asalariadas que cobran menos del 60% de lo que gana la media.