Miedo al ‘banco malo’

La Feria Inmobiliaria Urbe abrió las puertas este viernes, a un mes de que entre en acción Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), el banco malo diseñado por el Gobierno para sanear el sistema financiero mediante la compra de activos inmobiliarios por un importe de hasta 90.000 millones de euros. La sombra de esta nueva sociedad, que presumiblemente sacará al mercado decenas de miles de inmuebles a precios bajos, estuvo presente en el certamen de un sector muy castigado, que ya ahora ofrece precios de saldo.

“Hay preocupación, en gran parte, por el desconocimiento de lo que va a suponer”, indicaban en el expositor de Avanza Urbana. “Si la bajada de precios es muy fuerte”, afirmaban en el de Llanera, “el sector no va a poder igualarlo”. “El banco malo al comprador le va a venir de lujo, pero al mercado le puede afectar mucho”, añadían en el stand de Lusumme, comercializadora de productos de Rover Alcisa y Martinsa Fadesa, entre otros. Había opiniones más dramáticas, como la que podía escucharse en el expositor de Igsa: “El banco malo no va a hundir el sector, porque ya está hundido”.

También en Igsa podía oírse una descripción de esa brutal evolución: “Hace seis años la feria ocupaba todo el pabellón, y ahora estamos en un trocito del nivel dos. Hubo algún expositor de aquella época en la que habríamos cabido todos lo que estamos hoy aquí”.

La banca, sobre todo la intervenida, gran protagonista de nuevo en la feria

Una de las pocas voces optimistas, pese a todo, volvió a ser la de Juan Eloy Durá, presidente de la patronal de constructores de Valencia, Fevec: “El banco malo es totalmente necesario y hace mucho tiempo que debería estar hecho”, dijo, aunque un día antes el fondo de rescate bancario (FROB) había advertido de que Sareb se constituye para sanear a la banca, no al sector inmobiliario, al que auguró todavía una larga travesía del desierto.

La edición número 17 de Urbe otorga de nuevo gran protagonismo a la banca (especialmente a la intervenida), que ocupa la parte central de la feria y cerca de la mitad de los expositores. Los bancos, lamentaban las pocas promotoras que seguían ofreciendo su producto, juegan con ventaja porque además de descuentos muy agresivos facilitan hasta el 100% de la financiación. Un elemento clave de la venta con el que difícilmente pueden competir las empresas del sector.

Bankia y CatalunyaCaixa ofrecían, por ejemplo, pisos en la provincia de Valencia desde 30.000 euros. Se trataba de viviendas en fincas antiguas, sin ascensor y necesitadas de reformas, provenientes de embargos. La oferta más llamativa la hacía, sin embargo, la Inmobiliaria Molmar, con pisos desde 18.000 euros —en Carcaixent y con las características mencionadas— que sus comerciales aseguraban que podían financiarse con una cuota de 50 euros al mes.