Albena estrena ‘Midsummer’ de David Greig en España

Tras el éxito de El Arquitecto, de David Greig, Albena Teatre estrena este jueves Midsummer, una comedia romántica con canciones del autor escocés que "juega con el modelo del Sueño de una noche de verano de Shakespeare", tal y como se encargan de subrayar tanto el director, Roberto Romei, como los dos actores protagonistas, Carles Alberola y Elena Fortuny. Y sí,  "parte de una estructura  clásica", reconoce Romei,  pero a ésta "se le dan cuatro o más vueltas, llenándola de sorpresas, cambios de estilo dramático e invenciones". Todo está explicado de cara al público, como si fuese un cuento o un juego continuo que busca la complicidad del respetable. "No hay cuarta pared", asegura el director, en referencia a ese supuesto muro invisible  que separa el escenario del patio de butacas.

Hay una moraleja, sugiere Elena Fortuny, y es que "vivir es más sencillo de lo que parece", se trata de "dejarse ir y que las cosas pasen". Carles Alberola, que en esta ocasión ha dejado en casa al dramaturgo y el director teatral que es y se muestra dispuesto  disfrutar del placer de "sólo actuar", incide en que el espectáculo de Greig "habla sobre todo de la posibilidad del cambio, de que las cosas pueden pasar, a veces lo olvidamos, más aún conforme te cargas de años". En ese sentido es un espectáculo optimista, partiendo de "los desiertos que pisan los dos personajes al largo de la obra buscando algún oasis, que a veces está en otra persona y a veces dentro de uno mismo", concluye Alberola.

Hay otros oasis en la estructura de la obra, que son las canciones. "Son de alguna manera como las arias de ópera", aclara Romei. "Hay momentos en que se para la acción y los personajes expresan la emoción de ese instante a través de la música". Las canciones hacen de contrapunto a la historia que se cuenta en escena. La música es de Gordon McIntyre, vocalista, guitarra y compositor del grupo escocés Ballboy. Tanto Alberola como Fortuny, únicos actores del montaje, cantan y tocan en directo.

La obra es una coproducción entre Albena, la compañía catalana Teatre Tantarantana y  Tanttaka Teatroa, de San Sebastián. El espectáculo se representará en ambas comunidades, tanto en catalán como en castellano. "Es un espectáculo diferente a otras obras de Albena", matiza el productor Toni Benavent, "con referencias que reconocerá nuestro público fiel, pero con otras que le harán sentirse probablemente desconcertado".

Satisfecho con este arranque de temporada, el director artístico del Tatro Flumen, José Saiz, se muestra no obstante preocupado por "la incertidumbre". "No sabemos hasta dónde podremos llegar tras la subida del IVA", confiesa. "Nosotros hemos programado hasta febrero y no hemos subido los precios", pero hacer una programación tan plural como la del Flumen "se está haciendo muy complicado".