El futuro presidente de México dice que “continuará las gestiones” de Pemex

El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, ha confirmado hoy que su Gobierno "va a continuar con las gestiones iniciadas con Pemex" por los astilleros gallegos para la construcción de dos hoteles flotantes. "He comprometido que mi Gobierno va a continuar con las gestiones iniciadas", ha señalado Peña Nieto en una conferencia de prensa tras reunirse en Madrid con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Dichos acuerdos "traerán beneficios mutuos", aseguró el presidente electo, que asumirá la Presidencia de México el próximo 1 de diciembre. Peña Nieto ha explicado que apoya continuar con los acuerdos porque con la información de que dispone "derivarán en beneficios mutuos tanto para la parte contratada como para la propia Pemex".

"Es un asunto que va más allá de una compra de barcos hoteles, ya que hay transferencia de tecnología que genera beneficios comune", ha añadido. El presidente electo ha insistido al ser preguntado de nuevo sobre ese tema que, tras conocer la información ofrecida por parte de Pemex, "he respaldado que se continúe con las gestiones para llevar a cabo y concretar este acuerdo". Pemex Internacional (PMI) ha suscrito dos contratos para la construcción en Galicia de dos barcos hoteles en los astilleros de Vigo y Ferrol por un valor de casi 300 millones de euros.

La credibilidad de los acuerdos suscritos por los astilleros gallegos con Pemex ha sido uno de los asuntos más debatidos en la campaña a las elecciones autonómicas del próximo día 21. Las sospechas provenían fundamentalmente de la oposición de grupos empresariales de México, que reclamaban que el encargo se hiciese a astilleros de ese país, críticas a las que se sumó luego el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece Peña Nieto y que el próximo diciembre asumirá el poder de manos del derechista Partido de Acción Nacional. El PRI había pasado a la ofensiva hace dos semanas, cuando presentó una iniciativa parlamentaria plagada de críticas al acuerdo con Galicia y llamaba la atención sobre el hecho de que el consejo de administración de Pemex no hubiese aprobado los acuerdos. El director general del gigante petrolero, Juan José Suárez Copel, se vio obligado entonces a matizar que los contratos habían sido firmados por la filial de la compañía para operaciones internacionales y que incluían “cláusulas suspensivas” que podrían ser aplicadas si la oferta de las factorías gallegas no satisfacían las demandas del comprador.