Al cole, pasando por Murcia
Medio centenar de alumnos de Orihuela cambian de autonomía al ir a clase La supresión de becas y rutas escolares ha provocado el caos este curso
¿Se imaginan tener que cambiar de autonomía cada día para ir al colegio? No es una pregunta retórica. Es la realidad diaria de 53 niños de las pedanías de la ciudad de Orihuela, cuyo término municipal ocupa 370 kilómetros cuadrados de la provincia de Alicante. Rodeado de campos y huertas aparece el colegio público Virgen de los Desamparados. Un centro nuevo dotado con pantallas digitales y ordenadores para los alumnos, pero que —al perder una de las dos rutas de autobús escolar y la que queda tiene que esquivar las obras del AVE— obliga a los escolares a cruzar por la vecina autonomía de Murcia para volver a entrar en la Comunidad Valenciana.
Así lo describe un informe de la Policía Local de Orihuela que, tras contrastar los datos con el director del colegio José Cubí Beltrán, describe con desconcierto cómo “las obras del AVE tienen patas arriba a la pedanía” y “el corte de la Vereda Liorna, obliga a desplazar el autobús, con parte del alumnado hasta la vecina Región de Murcia para poder volver y retomar la ruta al centro escolar con posterioridad”.
La kafkiana situación se produce debido a la “a la adaptación de las diferentes paradas a una sola ruta, respecto del curso pasado en la que había dos”.
El informe policial firmado por el agente 1054 recoge “se habían recibido 100 solicitudes de transporte, de las cuales, [la Consejería de Educación] solo ha concedido 53, que son el número de plazas del autobús que realiza la única ruta autorizada este curso. “Siendo necesarias 47 plazas de bus más”, advierte el agente.
“El autobús llega al colegio con bastante retraso provocando
El informe policial, tras la detallada situación expuesta por el director del CEIP Virgen de los Desamparados, recoge “las dificultades que se encuentran para la realización de dicho transporte, ya que la disminución de un autobús ocasiona que haya niños que pierdan dicho servicio, un aumento de las paradas y un incremento del tiempo empleado durante todo el recorrido”.
El informe remitido por el inspector de la Jefatura Local a la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Orihuela describe “situaciones que aumentan la peligrosidad de los escolares”. Estas son: “La gran cantidad de rotondas, y muy pronunciadas, durante el trayecto; el numeroso número de acequias y azarbes sin entubar en toda la zona; los caminos y veredas que carecen de aceras; la vía del tren parte la pedanía ya que pasa por la zona del AVE y el tráfico de camiones grandes y pesados que es continuo, el cual provoca además numerosas retenciones y los consiguientes retrasos en el servicio”.
La infructuosa ruta escolar hace que finalmente “el autobús llega a su destino, el colegio, con bastante retraso respecto de la hora de inicio, provocando que los alumnos entren al centro una vez ya iniciadas las clases”. El informe policial contempla “otras situaciones extremas” derivadas del corte de la carretera que se realizará en poco y tiempo, y cuyas obras durarán casi dos años.
El caos generado en el transporte escolar por la supresión de rutas obligó a la consejería de educación, ante las protestas de la federación de padres FAPA-Gabriel Miro, a recuperar rutas de los colegios públicos de Orihuela como el Fernando Loaces y Villar Palasí que pasaban por Montepinar, Media Legua y el Camino Viejo de Callosa. También se recuperaron las de La Zanja y El Badén que van al colegio público San Bartolomé. Pero el problema del colegio Virgen de los Desamparados continúa.
"El tráfico de camiones pesado es continuo y provoca retenciones
El cambio en los criterios de todas las ayudas sociales de la Consejería de Educación —en el comedor y transporte, en los libros escolares— provocó un caos en el día del inicio del curso 2012-2013, en el que miles de alumnos que viven en urbanizaciones y municipios de la Comunidad Valenciana se quedaron sin asistir a clase por el retraso en la difusión de los listados de los beneficiarios. “Los autobuses llegaban y se iban vacíos”, aseguraron padres de alumnos de las poblaciones de Náquera, Chiva, Pobla de Farnals, en la provincia de Valencia. En Alicante, el problema se agravó por la reducción de líneas en localidades como L’Alfàs del Pi, El Campello o Elche
Miles de escolares que residen en urbanizaciones y pedanías –y que el año pasado gozaban de beca de transporte por estar a más de tres kilómetros el domicilio de la escuela- se han quedado este año si plaza, al medir “en línea recta” la distancia sin tener en cuenta los barrancos, carreteras secundarias y viales que tienen que atravesar los menores de edad.
La estampa ha dejado imágenes como la de niños atravesando las salinas de Torrevieja o cruzando vías barrancos, canales y vías de tren. Estos mismos niños, además, al perder la beca de transporte han perdido la ayuda automática para quedarse en el comedor escolar. Para paliar el problema creado, la consejería ha autorizado el uso de la fiambrera en una orden, considera ilegal por la propia Abogacía de la Generalitat.
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