Anticorrupción rechaza la libertad sin fianza del chófer imputado en los ERE
La Fiscalía cree que el exconductor de Guerrero podría pagar los 75.000 euros exigidos por la juez
La Fiscalía Anticorrupción se opone a la libertad sin fianza solicitada por Juan Francisco Trujillo, exchófer del principal imputado en el 'caso ERE' —el fraude en las ayudas de la Junta— y ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Francisco Javier Guerrero. La Fiscalía sostiene que el imputado podría contar con bienes suficientes para hacer frente a los 75.000 solicitados por la juez Mercedes Alaya para evitar la prisión, donde se encuentra el exconductor desde marzo.
La vista sobre esta solicitud de Trujillo, quien es conocido en el caso por haber declarado que gastó dinero público en cocaína y fiestas, se ha celebrado esta mañana en la Audiencia de Sevilla. El imputado alega que no dispone de medios suficientes para abonar la fianza. Por el contrario, el letrado de la Junta de Andalucía también se ha sumado a las tesis de la fiscalía y opuesto a la libertad.
El abogado de Trujillo, Antonio Aguilar, insiste en que su cliente no tiene dinero y que su familia y su círculo de amistades son "humildes".
Trujillo ingresó en la cárcel de Morón de la Frontera tras ser imputado por 22 delitos en la causa que investiga los fraudes de los ERE. La Fiscalía Anticorrupción justificó su petición de prisión en marzo en el riesgo de fuga y de obstrucción a la investigación. Llegó a pedir entonces 2,3 millones de fianza como medida cautelar real por la responsabilidad civil.
Antes de ser enviado a prisión, Trujillo afirmó a la juez que, durante tres años, gastó alrededor de 25.000 euros al mes para comprar cocaína junto a su exjefe. Este dinero habría supuesto un consumo de casi 14 gramos al día de media, una cantidad imposible para dos personas.
El conductor recibió en subvenciones 1,3 millones, de los cuales 450.000 euros compartió con el exalcalde pedáneo socialista de Llanos del Sotillo. Excepto por algo más de 500.000 euros gastados en dos fincas y un piso, Trujillo asegura que gastó casi un millón, principalmente, en cocaína y una pequeña parte en alcohol, regalos, un piano, teléfonos móviles, bolígrafos y ropa.
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