El Gobierno recuerda a Txiki y Otaegui
Lokarri desea que ETA explicite de forma más clara su voluntad de desarme
La cita anual del Gudari Eguna se quedó ayer muy descafeinada. Ni siquiera el comunicado de ETA provocó el interés posiblemente por su carencia de aportaciones al momento político de Euskadi, más allá de recordar los costes internos de su lucha terrorista. Sin duda tuvo más relevancia que la directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco Maixabel Lasa, y viuda del asesinado Juan Mari Jáuregui, acudiera ayer, a Zarautz (Gipuzkoa) al acto en memoria de los últimos miembros de ETA fusilados del franquismo, Jon Paredes Txiki y Angel Otaegi.
Este acto de recuerdo transcurrió con absoluta normalidad, muy lejos de aquella irrupción de la Ertzaintza en el cementerio de Zarautz en 2009 porque la Audiencia Nacional prohibió su celebración al considerarlo enaltecimiento del terrorismo ya que estaba incluido en las actividades del Gudari Eguna.
Horas antes ya se habían sucedido las escasas valoraciones al comunicado de ETA, que no provocó interés alguno. La banda terrorista vino a decir que detecta “avances significativos” en el cambio político y social porque se va fortaleciendo “reuniendo nuevas fuerzas y llegando a nuevos espacios”. Además, en clave interna, recuerda “a los compañeros caídos en la lucha” al tiempo que analiza muy escuetamente el comportamiento de la izquierda abertzale. Es aquí donde todas las reacciones menos la de los aludidos han visto una crítica cuando ETA les dice que tienen que “corregir errores y superar carencias”, después de reconocer su ambición de ganar y de haber encarrilado el proceso de liberación.
Para Pernando Barrena, el comunicado de ETA “no es un toque de atención” a la izquierda abertzale por la gestión del proceso de paz y normalización. Para demostrarlo recuerda que “nadie duda que estamos en un momento social y políticamente muy diferente al que nos podíamos remontar hace escasos dos o tres años”.
Laura Mintegi, candidata de EH Bildu a lehendakari, también entiende que los gobiernos que “se empecinen en mantener actitudes inmovilistas” ante “conflictos” violentos “están en el pasado”. Mintegi se reunió ayer con delegados de Marcha Patriótica, un movimiento social y político colombiano que ha fundado un partido de izquierdas y que reclama una “solución política al conflicto social y armado” entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.
La banda armada insta a la izquierda ‘abertzale’ a “superar carencias”
Desde otras ópticas, el lehendakari, Patxi López, rebaja a “un enorme sarcasmo” el comunicado de ETA al recordar cómo la banda terrorista “que ha causado tanta violencia y muerte diga ahora que los Estados [francés y español] alargan el sufrimiento”. Para el PP, todo se reduce al enésimo intento de ETA de “tomar parte en la campaña electoral”, afirmó el diputado Leopoldo Barreda.
Más allá de las interpretaciones sobre la voluntad real de ETA, la red social Lokarri le pide que sea mucho más concisa para explicar cómo está dispuesta al desarme. Paul Ríos, coordinador de este grupo, se lo exigió ayer al informar de que ha propuesto a los partidos políticos lograr un consenso sobre una agenda “de desarme, desmantelamiento y reintegración” de ETA, con el fin de “consolidar y mantener la paz” en este momento de “bloqueo”. Para Ríos, “el final de la violencia de ETA y la legalización de Sortu han supuesto un gran avance para el proceso de paz”. En este sentido, destacó “la desaparición de la amenaza de la violencia” de la banda, “la igualdad de condiciones para que todos los sectores políticos puedan participar en la vida política y el impulso a la reconciliación social”.
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