El alcalde de Boqueixón sigue como edil para “no sustituir la voluntad ciudadana”

11:30 de la mañana. El alcalde de Boqueixón, Adolfo Gacio, habla dentro de la oficina de urbanismo y obras al resto de concejales y a su personal de confianza en el ayuntamiento. “No me voy, me echan”, confiesa ante sus íntimos. Por algunos rostros de los afines al regidor que ha mandado 21 años en el municipio corren las lágrimas. La reunión se cierra con un aplauso. Gacio abandona la sala y se refugia en el despacho de la alcaldía, escaleras arriba. Hora y media más tarde ha convocado una rueda de prensa para explicarse ante la prensa.

A la una de la tarde una ovación de treinta vecinos saluda su entrada en el salón de plenos. Flanqueado por sus ocho concejales el alcalde reserva sitio en primera fila para el director general de Xuventude de la Xunta, Ovidio Rodeiro. Es la persona a la que cedió los trastos como presidente local del partido hace unas semanas, la misma que antes de que todo se torciese con el sumario Pokémon tenía previsto sustituirlo en la alcaldía cuando por fin el PP cerrase el retiro dorado que Gacio ansiaba en un puesto cómodo dentro de la embajada de Venezuela. De pie, el alcalde toma la palabra: “Soy totalmente inocente de los cargos que se me imputan, todas las contrataciónes se ajutan a la legalidad, no se primaron de empresas y particulares, se veló por los interés del Ayuntamiento y sus vecinos”.

Está en libertad condicional y la juez le imputa los delitos de soborno, blanqueo de capitales, y prevaricación pero él defiende que la adjudicación de un contrato de asistencia domiciliaria a Sermasa, una de las ramas de la presunta trama de corrupción, por 200.000 euros pasó antes por el filtro de la mesa de contratación donde él no estaba presente y en la que sí figuraban los concejales de la oposición.

Tras quejarse del “maltrato” que dice haber recibido durante 48 horas incomunicado y de haber sido esposado para transportarle ante la juez, algo que no se hizo con otros imputados, Gacio asegura que deja el bastón de mando, pero ante los medios explica que la idea es solo suya. “He decidido de forma voluntaria y por iniciativa propia comunicar al presidente del Partido Popular de A Coruña mi intención de dimitir como alcalde”. “Asímismo”, añade, “decido continuar como concejal para continuar defendiendo con la misma intensidad los intereses del partido”. Conservará su acta de concejal porque no considera “oportuno ni adecuado que la existencia de un proceso judicial pueda sustituir la voluntad ciudadana”.

Tras repetir el quebranto que la “macrooperación” ha supuesto a su familia, sus amigos y el pueblo de Boqueixón se disculpa por no aceptar preguntas dado que el sumario sigue secreto. Responde solo a tres sobre la organización del Ayuntamiento. El nombre de su sucesor se conocerá en las próximas horas y él no participará en su elección. “No voy a asumir ninguna área y se abre un período transitorio”, asegura. El regidor con los brazos en alto recibe el último aplauso de la mañana. Suenan tímidos gritos de “alcalde, alcalde” e incluso algún “viva” a lo lejos.

El PP que intentó forzar su salida durante todo el lunes a través del presidente provincial Carlos Negreira se da por satisfecho con que el dirigente y su triple imputación (cohecho prevaricación y blanqueo de dinero) conserve el acta de concejal junto al equipo de gobierno que él mismo designó. Incluso el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo presumió de la contundencia de su formación: “A partir de ahora habrá otro alcalde en Boqueixón y el actual podrá defenderse sin la carga compatibilizar una libertad bajo fianza con la alcaldía. El alcalde de Boqueixón dimitió, el PP tiene un código frente a los partidos que ante causas o supuestos iguales tienen códigos distintos”.

El supuesto “código” del Partido Popular que permite a Gacio seguir como concejal después de haber evitado la cárcel con el pago de una fianza de 10.000 euros también ha amparado a los alcaldes de Fisterra y Mazaricos, imputados ambos por varios delitos de corrupción en la Operación Orquesta. Y al delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez, imputado por un supuesto fraude de fondos europeos que ya le ha obligado a devolver la Audiencia Nacional, así como a la directora general de Infraestructuras de la Consellería de Medio Ambiente, Ethel Váquez, imputada en el Caso Campeón.