Rajoy hace exhibición de firmeza para cerrar la brecha con las víctimas
El presidente recalca en el homenaje a Miguel Ángel Blanco que nunca negociará
El PP consiguió ayer la imagen que buscaba: la del reencuentro de las víctimas de ETA y sus principales asociaciones con el partido y con el Gobierno de Mariano Rajoy tras el enfrentamiento nacido en abril pasado con el plan de reinserción del Ministerio del Interior y recrecido en las tres últimas semanas merced al caso Bolinaga. Y ese reencuentro se asentó en un discurso en el que Rajoy hizo exhibición de firmeza para solemnizar que su Ejecutivo ni negociará con los terroristas, ni cederá a “ningún tipo de chantaje de quienes han practicado y alentado el terror”, ni transigirá “con las ambigüedades y los cálculos de quienes pretenden sacar rédito de los mismos”. Principios que ratificó repitiendo varias veces la palabra “nunca” en el momento más aplaudido de sus poco más de 15 minutos de intervención.
Con los frentes abiertos de la crisis, el posible nuevo rescate de España, la creciente contestación a los recortes y el reto independentista, con la progresiva caída en las encuestas, el Gobierno necesitaba cerrar el paso a las dudas sobre su actuación en una cuestión de enorme sensibilidad entre su militancia y votantes. Máxime cuando esas dudas recaían sobre las espaldas del PP vasco en puertas de unas elecciones cruciales en que la izquierda abertzale va a volver al Parlamento vasco. Y dudas o suspicacias que había alentado el sector más radical del partido a nivel nacional en un claro pulso a Rajoy y al titular de Interior, Jorge Fernández Díaz.
El marco del intento de distensión fue el acto en que la Fundación Miguel Ángel Blanco entregó en Bilbao su 15º premio a la convivencia, otorgado a “la sociedad española” en su conjunto y que fue recogido por el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Santander, el popular Íñigo de la Serna.
Nunca nos vamos a salir del camino correcto, el de las víctimas”
Entre las cerca de 400 personas que llenaban la sala multibox de EITB se hallaban representantes de las principales asociaciones junto a víctimas de ETA, algunas de las cuales no sólo se han mostrado en ocasiones se han mostrado críticas con la actuación del Gobierno, sino que se han llegado a manifestar en la calle en su contra,
Rajoy se esforzó en despejar sus principales preocupaciones. Y no solo ese rechazo rotundo a cualquier negociación, sino, en una intervención llena de alusiones a los valores y los principios, la defensa rotunda de la memoria y los ideas de quienes llegó a calificar de “cima moral” de la sociedad.
Eso sí, Rajoy repitió, en una única alusión y sin llegar a citarle, el argumento con que el Gobierno ha defendido su actuación con el secuestrador de Ortega Lara, enfermo de cáncer: la aplicación estricta de la ley, aunque no guste. “Es la superioridad moral de actuar conforme a unas leyes que nos mantienen leales a sus principios, incluso cuanto más pesar nos produce su aplicación”, destacó.
El PP se vuelca en garantizar que será fiel a los principios de los afectados
Antes de Rajoy tanto el líder de los populares vascos, Antonio Basagoiti, como la presidenta de la fundación, Mari Mar Blanco, habían remachado ese mismo clavo de la firmeza y la garantía de estar al lado de las víctimas para cerrar la brecha abierta. “Nunca nos vamos a salir del camino correcto. El camino correcto es el que han marcado las víctimas”, recalcó el primero. “Un Gobierno del PP ha sido, es y será escrupulosamente fiel a la memoria de las víctimas, ya que trabaja por la derrota incondicional de ETA”, abundó más adelante la segunda.
El PP vasco se había volcado para conseguir una presencia tanto amplia como relevante de afectados por el terrorismo, consciente de que "tal y como iban los derroteros hace dos semanas [en plena polémica por el caso Bolinaga] podría haber sido un fracaso", en palabras de uno de sus dirigentes.
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