Bildu aprueba el ‘puerta a puerta’ en una veintena de Ayuntamientos
Zarautz y Tolosa plantan resistencia al polémico sistema de recogida de basura
La maquinaria del puerta a puerta sigue adelante al ritmo que se propuso Bildu. A comienzos de este año anunció que 34 municipios de Gipuzkoa iban a sumarse al sistema de recogida selectiva de la basura que, en la actualidad, solo se viene practicando en cuatro localidades: Usurbil, Hernani, Oiartzun y Antzuola. No se ha llegado a esa cifra, pero ya son una veintena los Ayuntamientos que han aprobado en sus respectivos plenos municipales implantar este modelo a partir del año que viene. Todos están gobernados por la coalición soberanista. Entre los más significativos figuran Mondragón, Pasaia, Bergara y Oñati; el resto son poblaciones de menos de 10.000 habitantes.
Mondragón, Pasaia, Bergara y Oñati ya le han dado vía libre en sus plenos
Alcaldes y concejales de Bildu —esta formación controla más medio centenar de consistorios de Gipuzkoa— comparecieron públicamente a mediados de febrero pasado para expresar su voluntad de cambiar el plan de residuos vigente y optar por el puerta a puerta. Se marcaron cinco meses de plazo, hasta junio, para que 34 Ayuntamientos fuesen aprobando este sistema de recogida. Bildu no ha conseguido plenamente su objetivo, pero ya son al menos 24 los municipios que han dado luz verde a la iniciativa. Los acuerdos plenarios se han adoptado con la oposición del PNV, los socialistas y el PP, partidarios de depositar la materia orgánica en el llamado quinto contenedor, de color marrón.
Legorreta fue el primero en dar el paso al frente. Le siguieron, no por este orden, Legazpi, Eskoriatza, Ibarra, Lazkao, Ordizia, Zumaia, Villabona, Lezo, Mendaro, Segura, Zizurkil, Irura, Anoeta, Ormaiztegi, Astigarraga, Ataun, Zaldibia, Zestoa y Aretxabaleta, además de los antes mencionados Mondragón, Pasaia, Bergara y Oñati. En otros municipios, de zonas rurales y pocos vecinos, como Berastegi y Alegia, se ha optado por sumarse a la “filosofía Zero Zabor” (Basura Cero) e impulsar el autocompostaje para aumentar el nivel de reciclaje.
Faltan los grandes
Bildu está ganando la batalla en las pequeñas localidades de Gipuzkoa, pero se enfrenta con la dificultad de llevar adelante sus tesis en los principales núcleos urbanos de la provincia. Yendo en solitario, no puede extender el puerta a puerta, ya que no cuenta con los apoyos suficientes, a la capital, San Sebastián, o a grandes municipios, como Irún, Eibar, Rentería, Lasarte-Oria, Andoain o Zumarraga.
En el caso de San Sebastián, donde el pleno se ha pronunciado en repetidas ocasiones en contra del sistema de cubos en la calle, la oposición ha denunciado la artimaña que están empleando los soberanistas para colar el sistema que defienden “por la puerta de atrás”, como ha afirmado el portavoz municipal del PNV, Eneko Goia. La junta vecinal del barrio de Zubieta, una entidad administrativa donostiarra con alcalde pedáneo, ha anunciado que a partir del próximo 1 de noviembre implantará la recogida selectiva tras realizar una encuesta en la que el 67,5% de las familias le dieron su visto bueno.
La ofensiva de Bildu por aplicar este método no está teniendo seguimiento en aquellos municipios de Bizkaia y de Álava en los que gobierna. Sí, en cambio, se ha adoptado como una "opción preferente" en los municipios navarros de Bera, Lesaka, Santesteban y Baztan, donde la coalición abertzale controla las alcaldías.
La iniciativa de Bildu no ha podido cristalizar aún en localidades como Orio, Getaria, Deba, Asteasu o Azpeitia, donde se siguen celebrando charlas informativas y asambleas vecinales. Tampoco en Tolosa, donde los independentistas gobiernan con el apoyo de Aralar. El único edil de este partido, Iñaki Irazabalbeitia —su voto es necesario para lograr la mayoría—, considera que el modelo de Usurbil o Hernani “no es el más adecuado para Tolosa”. Se inclina por repetir la experiencia de Itsasondo, en manos de Bildu. En esta localidad se ha optado por un modelo mixto, de tal suerte que la materia orgánica se almacena en contenedores y solo la fracción rechazo (no reciclable) se recoge puerta a puerta un día a la semana.
El principal obstáculo para Bildu ha surgido en Zarautz, donde la mayoría de la población es contraria al puerta a puerta y se han recogido más de 12.000 firmas contra este sistema y a favor de aumentar la tasa de reciclaje mediante el quinto contenedor. En otros pueblos, como Mondragón, Oñati y Bergara, también se reunieron miles de firmas, pero Bildu ha hecho caso omiso a las mismas.
Los alcaldes de todos los municipios han desoído las reclamaciones de vecinos, partidos políticos y asociaciones que han demandado someter la decisión al resultado de una consulta popular. Bildu, que se proclama defensor de llevar la participación ciudadana hasta las últimas consecuencias, ha optado en este controvertido debate por tomar las decisiones en los plenos municipales, donde tiene mayorías cualificadas. Los regidores se muestran convencidos de que el puerta a puerta permite reciclar el 90% de los residuos y, de este modo, se puede evitar la construcción de la incineradora de Zubieta.
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