Bretón dice ahora que quemó una cabeza de cordero, un gato y un perro
El padre de Ruth y José repite en su declaración ante el juez que perdió a sus hijos
Las evidencias no han hecho cambiar la actitud ni la versión del padre de Ruth y José, acusado del asesinato de sus dos hijos de seis y dos años. José Bretón ha comparecido esta tarde ante el juez de Instrucción José Luis Rodríguez Lainz, encargado de investigar el caso. Es la quinta vez que se le toma declaración en la Audiencia de Córdoba. Y a pesar de los informes que han confirmado que los huesos hallados en la finca de los padres de Bretón en Las Quemadillas, a las afueras de Córdoba, pertenecen a dos niños de edades similares a sus hijos, el rictus apenas se le ha movido. “Allí quemé una cabeza de cordero, un perro y un gato”, le ha dicho al juez.
Así lo ha destacado María del Reposo Carraco, la abogada de la acusación particular que representa a Ruth Ortiz, madre de los pequeños. Carrasco ha señalado que Bretón mantiene “su versión absurda de decir que aquí no ha pasado nada”. La abogada de Ruth solo le hizo una pregunta al encartado: ¿quiere confesar? “Y él me ha dicho que no tiene que decir absolutamente nada”.
Enfrentado con los informes forenses que determinan que los huesos son los de dos niños, Bretón se ha mantenido inmutable. “No ha dicho absolutamente nada, solo que es todo mentira. Este señor niega la evidencia. Todos estamos locos menos él”. Según la letrada, el imputado alternó “el aire chulesco y tranquilo” a lo largo de su declaración. “E incluso se ha permitido el lujo de encararse con el juez”. Esta actitud de enfrentamiento ya la ha tenido Bretón en otras ocasiones, sobre todo cuando el juez no contaba con las últimas evidencias: que los huesos de la hoguera son humanos.
El primer análisis de aquellos huesos determinó que eran de origen animal. Cuatro exámenes posteriores han echado por tierra ese resultado, destacando que la mayoría de los restos óseos corresponden a niños. Rodríguez Lainz ha ordenado a la policía científica que vuelvan a hacer un informe de los restos de la hoguera.
Ese terrible error retrasó durante 11 meses la clarificación de un caso que llevaba todo ese tiempo enquistado. Todos los indicios llevaban al juez y a los investigadores una y otra vez a Las Quemadillas. Allí se perdía todo rastro de los niños. Pero el resultado negativo de los análisis de los restos orgánicos hacía imposible la resolución del crimen.
El interrogatorio, dirigido sobre todo por el juez instructor y la fiscal, ha girado en torno a la hoguera en la que presuntamente Bretón hizo desaparecer los cadáveres de sus hijos el 8 de octubre. “En este caso ya no dice que prendió la hoguera para tirar apuntes antiguos de cuando su esposa estudiaba veterinaria, sino animales que tenía allí muertos. Por lo visto, este señor tenía la costumbre de guardar animales muertos y quemarlos”, dijo irónica la abogada de la acusación. Y ante las características especiales de la hoguera, tapada con una mesa metálica para crear el efecto de un horno crematorio, Bretón ha respondido que “es una cosa muy natural, que estaba en su finca tirando bolsas de basura y quemando en la hoguera una cabeza de cordero, un gato y un perro”.
La declaración del acusado se prolongó un par de horas. Ante la puerta de los juzgados se concentró medio centenar de personas que, con el aire de linchamiento que acompaña muchas sus movilizaciones, increparon al presunto asesino de Ruth y José. Por el contrario, recibieron con aplausos y gritos de apoyo al juez y a la abogada de la familia materna.
Durante los 11 meses de investigación, se ha investigado a fondo al entorno de Bretón. La abogada de Ruth Ortiz descarta que la familia paterna estuviese al corriente del crimen, pero sí está convencida de que han mentido en sus declaraciones para proteger al acusado. Por ello, ha pedido que se imputen por sendos delitos contra la administración de justicia a la madre de Bretón, su hermano y a su cuñado.
Mientras tanto, se está pendiente de los resultados de un estudio a fondo del teléfono móvil de José Bretón, encargado por la abogada de Ruth Ortiz. “Esperamos que ofrezcan muchos más datos y pistas sobre lo que pasó ese día”, concluye Carrasco.
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