Recuperada la primera grabación de ‘Els Segadors’, fechada en 1900

Desde hace semanas La Diada copa los medios de comunicación, y, sin duda, seguirá llenando páginas en los próximos días. El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Museo de la Música de Barcelona, pone su granito de arena en la celebración de la primera festividad catalana, presentando, de forma oportuna, un documento sonoro histórico: la primera grabación de Els Segadors, la melodía que hoy más se escuchará en Cataluña. Datada en 1900, probablemente el 13 de octubre, fue grabada por la formación Catalunya Nova, según la armonización para cuatro voces de Enric Morera.

Solemne, austera, sin concesión al ritmo, incluso seca, suena esta primera versión de El Segadors (1,47 minutos), grabada unos diez o quince años antes que la que hizo el Orfeón Catalán armonizada por Lluis Millet. Enric Giné, profesor del departamento de sonología de la Escuela Superior de Música de Catalunya, que durante nueve meses ha realizado un exhaustivo estudio sobre el disco que apareció entre el fondo depositado en 1971 por el violinista y compositor Joan Manén, localizó de forma fortuita la pieza en noviembre pasado.

Giné ha podido establecer la fecha exacta en la que se grabó el disco: el 13 de octubre, día en que actuó la coral, tal y como se recoge en un documento de la entidad, formada por entonces por 100 personas: 70 hombres y 30 niños (las mujeres no pudieron hacerlo hasta años después); saber, a partir del número de catalogo y de la matriz que el disco fue grabado por el técnico de Gramophone Company Ltd. ,William Sinkler Darby (uno de los dos que en ese momento recorrían media Europa y realizaban las primeras grabaciones en el continente) que estuvo en la ciudad de Barcelona entre el 27 de septiembre y el 30 de octubre de 1900.

Siguiendo la pista, Giner ha determinado que el disco, tras registrarlo en una matriz de cinc y cera, fue fabricado en Hannover, a partir de goma laca en polvo y arcilla, mezclado con fibra de algodón y carbón que le da el color negro. Para poder reproducirlo ha habido que construir unas agujas especiales en Inglaterra. Al final, ha sido una labor detectivesca digna de figurar en uno de los capítulos de la famosa serie de televisión de CSI, aunque, afortunadamente, no haya muertos de por medio.

En la caratula del disco se puede leer: "Himno catalán". Y a pesar de también lleva inscrito: “coro y orquesta”, los cantantes cantaron a capella. "Fue un grupo reducido, ante la imposibilidad de que los cien miembros cantaran ante las campanas portátiles de grabación”, aseguró Giné durante la presentación del documento sonoro en compañía del director del Auditori de Barcelona, Joaquim Garrigosa que acoge la escuela y el museo, Jaume Ciurana, quinto teniente de alcalde y Josep Lluís Alay, responsable de los museos y archivos municipales, que felictiaron a Giné por su trabajo de investigación.

El disco, un berliner de siete pulgadas (18 centímetros) se puso a la venta el 1 de abril de 1901 con una tirada de 500 ejemplares a cuatro pesetas. Solo se conoce la existencia de este ejemplar de los 500 que se pusieron a la venta.