Barberá retirará los escoltas y coches a los ediles del PP tras meses de resistencia

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, parece ceder después de meses de negativas. Ayer, tras 40 días sin comparecencias públicas, la regidora anunció que retirará los escoltas y los coches oficiales asignados las 24 horas del día a los concejales de gobierno del PP. Solo ella, como primera autoridad municipal, y el vicealcalde, Alfonso Grau, conservarán guardaespaldas y vehículo oficial de la veintena de ediles populares de Valencia.

“A este gobierno nadie le da lecciones de austeridad ni lo presiona”, remachó. Pero lo cierto es que la regidora revisará a partir del lunes la asignación de escoltas, que lleva aparejado el uso de coche oficial mañana y noche. Barberá llevaba meses negándose a la medida pero la situación era insostenible por varios motivos.

Los concejales de la oposición —PSPV, EU y Compromís— ya renunciaron a estas prerrogativas al principio de mandato como gesto político de austeridad. Después, el Ministerio del Interior, ya en manos del PP, anunció la retirada de escoltas a unas 500 personas, muchas de ellos jueces y fiscales. Además, políticos —entre ellos, concejales— y empresarios del País Vasco, amenazados directamente por ETA, se han unido a esta corriente, una vez la banda terrorista anunció el fin de la violencia.

Ayer, y después de meses de presión política, la regidora admitió que, en función de los ingresos previstos para el próximo ejercicio, someterá a examen la política de gastos. Y no solo eso. Barberá insistió en que si se recorta el uso de vehículos, el parque móvil disponible será usado según las prioridades. Es decir, los primeros serán los tenientes de alcalde, luego los portavoces de los grupos municipales, los ediles de gobierno y el resto de concejales.

Después de reivindicar una política de recortes permanentes desde 2008, Barberá avanzó que el número de asesores se revisará y aquí envió un mensaje directo al grupo de Compromís: no puede tener el mismo número de asesores un teniente alcalde de Urbanismo que un grupo que se dedica a hacer fotos en la calle de los coches de otros.

La alcaldesa aludía a la denuncia que el portavoz de Compromís, Joan Ribó, hizo hace unos meses y que consistió en fotografiar el viejo coche particular de Barberá, lleno de polvo, y aparcado en las cocheras municipales desde hace años. El edil de la oposición ilustró la denuncia con fotografías.

“Jamás he obligado a ningún concejal a llevar escolta y ningún edil de mi gobierno se ha dirigido a mí para decirme que no lo quería”, precisó. “Si tenemos que recortar, lo haremos pero a mí no me presiona nadie”, se reafirmó, tras recordar que ha congelado el sueldo de los funcionarios pero no ha despedido a ninguno.

De la iniciativa del presidente Alberto Fabra, que anunció que ni él ni sus consejeros cobrarán la paga extraordinaria de Navidad, Barberá recordó que antes del verano ya se dijo que como los ediles de Valencia están asimilados a los funcionarios, tampoco la cobrarán.

“Nos alegramos de que la alcaldesa haya anunciado que desaparece el privilegio del coche oficial y el escolta. Estamos contentos de haber trabajado intensamente para conseguirlo”, manifestó el portavoz de Compromís, Joan Ribó. Su homólogo de EU, Amadeu Sanchis, lamentó la ausencia de propuestas políticas de Barberá en su primera comparecencia tras las vacaciones.