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Acerca del ritmo teatral

Inspirado en Las olas de Virginia Wolf, el montaje de la compañía La Mínima irrumpe en el inicio de la temporada madrileña con un cierto impacto visual

Libremente inspirado en Las olas de Virginia Wolf, el montaje de la compañía La Mínima irrumpe en el inicio de la temporada madrileña con un cierto impacto visual, dando una de cal y otra de arena; una de refinamiento expositivo y otra de trabajo inconcluso. Es así que entra en liza la conciencia del acabado, la necesidad de volver sobre una materia que siempre debe estar presente: el análisis de movimiento. Digamos que al mirar el espejo en la sala de trabajo o estudio, el artista creador y el intérprete vean algo más allá de su ombligo, en la perspectiva de que el material creado se someterá a un proceso abierto de confrontación. No hay nada negativo en esta apreciación, se trata de apertura, de búsqueda.

PERCIVAL HA MUERTO

Compañía La Mínima. Dirección: Luiscar Cuevas. Música: Bach, Beethoven, Schumann y otros. Piano: Gema Rodríguez. Sala Mirador (Centro de Nuevos Creadores). Hasta el 9 de septiembre.

Las olas es una de esas obras que parecen destinadas al versionado constante: cine, teatro, danza, hasta un cómic hay por ahí. La atmósfera que se desprende de la propia autora es ya de por sí atrayente y prometedora. Pero el teatro de danza tiene sus reglas, y algunas pueden saltarse toreramente y otras no. Aquí es evidente que los creadores (la coreografía figura como una elaboración colectiva donde participan Alberto Almazán, Alicia Chprintzer y Laura Miralbés además de Cuevas) tienen un plan ambicioso donde hay algunos elementos positivos y aciertos plásticos que se diluyen sin llegar a la fusión; la energía se escapa luego de haber sido contenida y dosificada

con cierta frialdad premeditada, quizá buscando la elegancia, quizá persiguiendo un tono críptico, huye de las secciones estancas en espacios vacíos injustificados o en una secuencia actoral para las que los artistas aún no están maduros.

Se hace urgente la revisión del ritmo global del producto, que tiene picos y se informa de cierto clímax pasajero para después decaer en el esfuerzo descriptivo. El acierto de la música en directo y la refinada selección musical se ve ensombrecida por la mala sonoridad del piano empleado, y no tanto por algunos deslices estilísticos de la pianista, que con soltura interactúa con los danzantes.

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