El alcalde en huelga de hambre: “Hace días que empecé a cruzar la línea roja”
Facultativos del SAMUR detectan alteraciones cardiacas múltiples a Ángel Vadillo
El alcalde de Alburquerque (Badajoz), Ángel Vadillo, ha pasado todo el día en un hospital madrileño para ser sometido a una serie de pruebas tras presentar esta mañana "alteraciones cardiacas múltiples" después de 87 días en huelga de hambre en protesta por la supresión de las primas a las energías renovables. Vadillo, de 47 años, acampa desde el 10 de abril ante el Ministerio de Industria, adonde llegó tras hacerse 630 kilómetros a pie, para protestar, a jornada completa y bajo una sombrilla de rayas blancas y rojas.
En declaraciones a este periódico, el alcalde ha contado por teléfono que fue trasladado al hospital de la Princesa después de que facultativos del SAMUR le detectaran los problemas en el corazón. Apunta que pidió a los médicos no ser ingresado, momento que quiere retrasar lo máximo posible. A última hora de la tarde, una vez que le han dado los resultados de las pruebas, ha salido del centro hospitalario y ha regresado a la furgoneta en la que vive desde que llegó a Madrid. Cada día está más débil y es más difícil controlar las complicaciones cardiacas, por lo que los médicos han vuelto a recomendarle que abandone la huelga de hambre. "Me han dicho que hace días que empecé a cruzar la línea roja", reconoce él, pero se mantiene firme en la decisión de continuar sin comer. "He sido honesto con mi lucha", añade. El regidor extremeño dice que ha perdido 28 kilos y mucha masa muscular.
Vadillo inició un ayuno voluntario el 11 de junio después de su marcha a pie para exigir la apertura de una mesa de diálogo y debatir sobre el futuro de las renovables y las posibilidades de empleo que generan. Desde entonces solo ingiere cuatro litros de agua al día, uno y medio de ellos mezclado con miel.
Cuando llevaba 15 días en huelga de hambre, Vadillo ya fue atendido en La Princesa. "Me recomendaron que lo deje, que puedo perder la vida... Pero es que si me hubiera quedado en Alburquerque, mano sobre mano, rendido, me habría entrado una depresión de caballo”, contó entonces a este diario. El SAMUR lo trasladó al centro hospitalario “por una disminución progresiva de la frecuencia cardiaca”, según recoge el parte médico, que aconsejaba ya entonces el abandono de la huelga de hambre.
La supresión de las primas a las renovables obligó a cancelar los proyectos de las cinco plantas termosolares que se iban a instalar en terrenos de la localidad extremeña, donde la tasa de paro supera el 40%. Estos proyectos iban a permitir la creación de numerosos puestos de trabajo y el mantenimiento de diferentes servicios públicos, como una residencia de ancianos, un centro para niños y un centro para discapacitados.
El sábado se celebrará en La Tabacalera un acto en solidaridad con este alcalde y a favor de las energías renovables. Colectivos comprometidos con este tipo de energías están trabajando además en la creación de una plataforma en defensa de este sector. Para Vadillo sería una gran noticia: “Ojalá todos los implicados se agruparan en una plataforma y unieran fuerzas para luchar por las renovables”.
Esta tarde precisamente el ministro José Manuel Soria ha comparecido ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso. Durante su intervención, ha calificado de "legítimas" las reivindicaciones del alcalde de Alburquerque pero ha asegurado que no puede aceptar su reivindicación "particular" porque debe prevalecer el "interés general". Durante la comparecencia, los diputados del PSOE José Segura y de IU Gaspar Llamazares han pedido al ministro que "tienda la mano" a Vadillo y lo reciba. Soria y Vadillo se reunieron unos días antes de que el regidor iniciara la huelga de hambre, encuentro que finalizó sin ningún tipo de acuerdo.
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