“Las entradas más caras no beneficiarán ni a los actores ni a las salas”
El aumento del IVA del 8% al 21% pone contra las cuerdas a cines, teatros, peluquerías y gimnasios
Un cartel en el vestíbulo del pequeño teatro Tantarantana, en el barcelonés barrio del Raval, daba la bienvenida a los espectadores este sábado y les informaba de que la entrada que acababan de pagar era más cara que el viernes por culpa de la subida del IVA, que para este sector pasa del 8% al 21%. “Queremos dejar claro que todo lo que recaudemos de más es para pagar el nuevo gravamen, no nos beneficia ni a los actores ni a nosotros”, aseguraba el director de la sala, Ferran Murillo. “No podemos absorber una subida del 13% de golpe, así que hemos decido aumentar nuestros precios lo que marca la ley”, espeta el director.
Desde el sábado las entradas ya no cuestan 15 o 18 euros, sino 16,7 y 20,4 euros. "Dejar que la gente pague en céntimos [en lugar de en precios redondeados] es una protesta, porque para nosotros es horrible trabajar con moneditas”, reveló Murillo. Marc Ríos, de 32 años, acudió el viernes al Tantarantana. Decía que era un habitual del teatro y que, a pesar de la subida, seguiría acudiendo. “No es problema de ellos y me puedo permitir la subida”, aseguró.
El grupo Balañá, que gestiona nueves salas de cine y 5 grandes teatros, incrementará un 6% el precio de las entradas de las proyecciones de películas 2D. En las de 3D mantendrá el precio. El grupo gestiona varios de los principales teatros de la ciudad. “Aumentaremos un 10% los precios de las entradas para algunas salas, como en el Tívoli y el Coliseum, pero en el Capitol, donde tenemos la misma obra desde julio, esperaremos a que acabe en octubre para subirlos”, asegura María José Balañá, portavoz del grupo.
Algunas salas, sin embargo, se cierran en banda a las subidas. Los responsables de un pequeño cine del barrio gótico de Barcelona, donde se proyectan películas de autor, está en contra de la medida y no subirá precios. “No podemos aumentar el precio de la entrada a la gente ahora; esperaremos hasta enero del año que viene. Si podemos seguir lo haremos, si no, cerraremos”, asegura Xavier Escribá, encargado de la sala.
La alimentación trata de mantener precios
El sábado por la mañana, el mercado de la Llibertad, en el barrio de Gràcia, el trajín de personas, en su mayoría gente entre los 50 y los 70 años. Antonia García no quiere oír nada sobre la subida del IVA. “A mí me da igual, no voy a dejar de venir a comprar en el mercado”. La reacción de los comerciantes ante la subida ha sido dispar. En el interior del mercado hay un súper de la cadena Bon Preu, que también controla Esclat, con un total de 61 establecimientos. “Teniendo en cuenta la coyuntura económica, por ahora no subiremos precios; hemos hablado con los proveedores y hemos llegado a un acuerdo”, explicó un portavoz de la compañía. Aunque en un futuro no descartan “subir los precios progresivamente para que no afecte a los clientes”.
En un establecimiento de Mercadona, en la calle Aribau, el ámbiente del sábado no distaba mucho de otro cualquiera. “Ya sabía que no subían el precio” asegura Dolors Badía, de 48 años, “por eso no tenía prisa por venir antes” apostilla. La cadena de supermercados ya había asegurado que el aumento del IVA no se aplicaría a los precios. “Aunque creo que al final sí que nos lo cobrarán” sentenciaba Badía.
Los pequeños comercios de alimentación no creen que puedan absorber la subida a la larga. María Eugenia Velasco regenta uno con su marido en la calle Travessera de Gràcia. “Lo que tenemos comprado no lo subiremos”, revela, aunque el próximo martes cuando llegue el camión del reparto tendrán que “adecuar los precios al aumento del IVA”.
Moverse por Barcelona, más caro
El transporte público ha subido en Barcelona los dos puntos que le corresponde (pasa a estar gravado con un 10%, frente al 8% anterior), excepto en los billetes sencillos, que se quedarán igual, en 2 euros. “Este tique ya subió mucho la última vez” argumentó Maite Capdet, portavoz de ATM, empresa que regula el precio del transporte público. La tarjeta de 10 viajes para una zona en los trenes de cercanías, Ferrocarriles de la Generalitat, metro y autobús, se sitúa en 9,45 euros.
Los taxis, por su parte, no subirán hasta mitades de diciembre, ya que es entonces cuando se negocian las nuevas tarifas. “Entonces sí que se aplicará la subida del IVA” reveló Marc Gómez, portavoz del Instituto Metropolitano del Taxi. El servicio público de bicicletas, Bicing, subirá sus tarifa los tres puntos de IVA, del 18% al 21%, ya que se le impone el gravamen general, y costará 45,11 euros al año. “Estoy harto de tanta subida”, expresó Marc Jimenez, en referencia a que este servicio valía 35 a principios de 2012.
Los gimnasios y peluquerías, para los que el gravamen sube trece puntos (del 8% al 21%), aplicarán la subida de forma dispar. Una pequeña peluquería del barrio de l´Eixample por ahora no lo hará. Este sábado los precios que colgaban de su puerta eran los mismos que el viernes. Peinar y lavar para ellas, 15,5 euros; Lavar, cortar y peinar, 32 euros. “Es normal que no suba el precio. Ya es caro ahora, como para que lo incrementen más” decía Laura González, de 24 años, cuando salía del establecimiento. Amenazaba además con cortarse el pelo en casa, ella misma, si seguían subiendo los precios.
Los centros deportivos sí que aplicaan en general el nuevo IVA en el precio. El bono mensual en el gimansio UBAE, en Gràcia, la tasa mensual pasa de 45,93 euros a 48,3 euros, aunque para paliar el aumento han ofrecido durante la última semana un descuento para tres meses. “Hoy (por el viernes) hemos tenido, muchísimo trabajo; casi todos han cogido la oferta de un trimestre por 92 euros”, explicaba una trabajadora. “Te ahorras cerca de 50 euros”, calculaba una usuaria, Andrea Valsechi, que calificaba de "barbaridad" el aumento del gravamen para los gimnasios. "El deporte es nueno para nuestra salud. ¿Cómo puede ser que se tenga que pagar tanto?”, se preguntaba.
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