Fulgor y olvido de la movida viguesa
Galicia Caníbal reivindica la ironía y la vitalidad de las canciones de los grupos gallegos de los ochenta, y las situa en un contexto actual
Fueron pocos, pero osados: los grupos de la movida viguesa gastaban un humor desvergonzado y socarrón, quizá para disimular ese punto de nostalgia atlántica que se entreve al fondo de sus canciones. Muchas siguen teniendo gracia y vigor: Y bailaré sobre tu tumba, de Siniestro Total, tercera de las que se interpretan en Galicia Caníbal, musical estrenado en el Nuevo Alcalá, está en la tradición irónico macabra de El ahorcado (cuplé de Martínez Abades que popularizó Raquel Meller) o del Rascayú de Bonet de San Pedro; los ripios de Assumpta (“Era una chica muy mona/ que vivía en Barcelona”), tienen una guasa muñozsequista; y Quiero rock’n roll, hermana en ironía de Bote de Colón, suena mejor en manos de estos músicos que en la versión de Aerolíneas Federales
Antón Reixa, Antela Cid y Fran Peleteiro, autores de Galicia caníbal, presentan las canciones de entonces a través de personajes de hoy. Su libreto cruza la historia de Cenicienta con la del Dybbuk: Ana, su protagonista, una adolescente tímida y solitaria, sufre un giro copernicano al ser poseída por el espíritu de su tía, estrella de la movida, la misma noche de su fallecimiento. Transfigurada, Ana, su hermano músico y una banda juvenil, versión actualizada de las de West Side Story, intentan organizar un concierto mientras van desgranando con fortuna lo más chispeante del repertorio de Siniestro Total, Golpes Bajos, Aerolíneas y Os Resentidos, más tres temas de Semen Up, Moncho e Mai-Los Sapoconchos y Los Limones.
Galicia Caníbal
Autores: Fran Peleteiro y Antela Cid, sobre una idea de Antón Reixa. Adaptación: Quico Cadaval y Evaristo Calvo. Intérpretes: Ana San Martín, Sergio Zearreta, Teté Delgado, Víctor Mosqueira… Dirección musical: Pablo Novoa. Dirección escénica: Quico Cadaval. Nuevo Teatro Alcalá.
En sintonía con el carácter de la mayoría de las letras, los libretistas han elegido la vía del sainete, de tanta tradición en el musical español, para hacer avanzar esta historia de choques generacionales ambientada en un Vigo golpeado por el paro. Su visión tiene un punto de vista levemente nostálgico (Pistol Marga, tía de Ana, es un dechado de virtudes viciosas): podrían haber señalado también como la movida distrajo a su generación de la política que se estaba cociendo. Los cinco jóvenes músicos de Galicia Canibal consiguen que no extrañemos a los de los grupos originales, los vocalistas salen airosos de los saltos de estilo que tienen que pegar (no es lo mismo cantar a lo Copini, y lo consiguen a veces, que a lo Hernández) y las coreografías actualizan el espíritu gamberro de la época. El público, doy fe, acaba bailando.
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