Polémica a la altura de Hollywood
El director de ‘El cazador de dragones’, Patxi Barco, rechaza el montaje final de la película La cinta, la mayor producción vasca, llega hoy a 50 salas
El cazador de dragones, la mayor producción audiovisual vasca, con un presupuesto de 2,5 millones de euros, llega hoy a 50 salas de toda España envuelta en polémica. La cinta ha resquebrajado el tándem Patxi Barco (dirección) y Ángel Amigo (producción), después de haber desarrollado varios trabajos juntos. La guerra, al menos pública, se desató ayer cuando el cineasta remitió a los medios un comunicado con el que se desentendía del montaje final de la película. “Lamentablemente, no puedo asumir la copia con la que la productora pretende estrenar El cazador de dragones”, explica Barco en su texto.
El director del filme no duda en tachar el guión —también obra de Amigo— de “flojo” y la actitud del productor de defender “sus errores obcecadamente frente al consejo de profesionales mucho más experimentados” durante los días de rodaje de la superproducción en Cuba a finales de 2009. Barco denuncia que tras los dos años en los que la cinta ha estado parada ha sido “la productora la que ha asumido, a escondidas y sin contar con el director, todo el trabajo final de postproducción”. Las labores a las que el cineasta, como detalla en su escrito, había fiado la posibilidad de corregir “las mediocridades del guión”.
“Una copia que no ha respetado en absoluto mi punto de vista artístico y técnico y que por lo tanto al distribuirse así me perjudica moral, personal y profesionalmente”, acusa el cineasta, que argumenta que el contrato que firmó con la productora Zurriola Group Entertainment reserva al director la responsabilidad de la postproducción.
El productor, Ángel Amigo, argumenta que la copia final le compete a él
Precisamente, el mismo argumento con el que se defiende Amigo, que prefiere no entrar en la polémica y remitirse exclusivamente al contrato que firmó un representante de su productora y el cineasta el 23 de septiembre de 2009. “La versión definitiva de la obra será propuesta por el autor [en referencia al director] a la productora. En caso de desacuerdo entre ambos, corresponderá decidir sobre la citada versión final a la productora”, reza la cláusula 1.16 del documento. Amigo además recuerda que el mismo escrito exige al director confidencialidad sobre “la producción, su rodaje o cualquier otra circunstancia relacionada con los servicios que presta a la productora sin expresa autorización escrita de ésta”.
El cazador de dragones, protagonizada por Asier Hormaza, narra la historia de Gorka, miembro de ETA político militar, que tras la disolución de la rama de la banda terrorista, decide seguir combatiendo en los conflictos de Nicaragua y El Salvador. Amigo —expolimili, aunque como ha resaltado en más de una ocasión el trabajo no es autobiográfico—, quería abordar con el filme una reflexión sobre la violencia, su justificación en algunos contextos y su rechazo en otros. De hecho, el protagonista de la cinta comienza a cuestionarse todas sus vivencias después de que su hijo le pregunte que había hecho en el pasado.
“Fue un rodaje intenso, emocionante y duro. Los actores y técnicos vascos y cubanos hicieron un trabajo espectacular”, detalla el cineasta en su comunicado de denuncia. Barco incluso reconoce que se planteó denunciar a Amigo pero que por la “situación económica” que atraviesa el sector audiovisual ha preferido no perjudicar a terceras personas y que sean los espectadores y la crítica “los que juzguen la posible torpeza, falta de criterio y profesionalidad de dicha productora y sus responsables”.
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