Las ‘cebras’ se van de vacaciones en la ciudad de Valencia

Líneas ocultas bajo la huella negra de los neumáticos. Marcas en abanico de diferentes derrapes o grietas intercaladas entre la acera y el semáforo. Los pasos de cebra de la capital, tal como denunció este lunes el portavoz de la coalición Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, muestran problemas de mantenimiento.

“Hace falta cuidar estas señales mucho antes que otras cosas”, explicaba ayer Teresa, una mujer de 77 años que vive en el barrio de Jesús, en Valencia. “Las aceras también están hechas polvo”, añade. “Hay problemas ya que, según he visto, solo se pinta una pequeña raya en los extremos”, señaló Ribó. El portavoz planteó varias cuestiones dirigidas a la Comisión de Urbanismo para saber si “esta nueva práctica de señalización” respondía a una cuestión “de restricciones económicas con las empresas concesionarias del servicio o si hay algún problema económico “o de cualquier otro tipo”.

Aunque se perciba que poca gente presta atención a estas rayas, eclipsadas por los cegadores rayos del sol, Ribó aseguró que “lo que parecía una cuestión puntual y temporal se está convirtiendo en una práctica habitual en la mayoría de barrios de la ciudad”. El portavoz ilustró las quejas con los datos del anuario del Ayuntamiento de 2010, en el que se inscribieron 489 atropellos a peatones que ocasionaron cinco muertos y 98 heridos graves. El portavoz auguró más accidentes y sentenció que “no es de recibo ahorrar en señalización”.