“Busco un pacto de personas, no de partidos”
El líder socialista cree que un pacto en el PAM abre "escenarios de mayor estabilidad" en Barcelona
Jordi Martí (Barcelona, 1965) es desde febrero el líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona. Su partido estudia con CiU el consenso del Programa de Acción Municipal (PAM), la hoja de ruta hasta el 2015. “Aún no hay nada cerrado”, recuerda.
Pregunta. ¿No cree que ha mostrado demasiada hambre de pacto?
Respuesta. No. He hablado de la posibilidad de llegar a un pacto con las cartas sobre la mesa. Presentamos un PAM alternativo, que fija proyectos y líneas rojas. En política se debe tener la franqueza de decir “quiero hacer esto, de esta manera”. Eso no es hambre de pactar, es tener una estrategia. Trias adolece de proyecto.
P. ¿Esas líneas rojas no se han desdibujado? En el PAM alternativo se defendía la gestión pública de las guarderías y CiU lo diluyó en el pacto educativo.
R. Pactamos lo general, no entramos en la letra pequeña. Dijimos que no nos conformábamos, que después entraríamos en un mayor grado de concreción técnica y presupuestaria. Una de las políticas más regresivas de CiU es implantar dos líneas en el sistema educativo. Una pública y otra privada concertada, que tiene un coste por alumno. Hay discriminación por motivos de renta, tan peligrosa como la lingüística. Necesitamos la misma calidad en ambas.
P. Pero Trias ultima el plan de usos de Ciutat Vella, que incluye nuevos hoteles. Y esa es otra de las líneas rojas del PSC.
R. Ahí es donde Trias debe decidir. Cuando expusimos el PAM alternativo, CiU creía que íbamos de farol. Ahora que vamos en serio negociando, nos atribuyen hambre de pacto. Entiendo que sea más difícil negociar con nosotros que con el PP. CiU tardó 32 años en llegar al gobierno y ahora tener que pactar continuamente con un tercero es difícil. En CiU hay algunos que prefieren seguir en solitario.
P. ¿Llegar a acuerdos sobre PAM y presupuestos 2013 es un solo paquete?
R. No, estamos solo con la hoja de ruta. Lo que decimos es que el PAM no puede ser un brindis al sol. Hay que entrar en el detalle. Y esto abriría escenarios de mayor estabilidad del Consistorio. Trias solo puede gobernar en un sentido pleno si llega a un acuerdo estable. Aunque el PP ya le ha dicho que le apoya las cuentas si entierra el PAM.
P. ¿Se ve en la silla de Jaume Ciurana (Cultura) o en la de Antoni Vives (Hábitat Urbano)?
R. Si el pacto es con o sin sillas ni me lo planteo. Llegar a un acuerdo tiene un proceso: discutimos sobre las ideas, los proyectos y después sobre cuál será la mejor manera de implementar lo acordado. En ningún momento es una cuestión de reparto o de añoranza del poder.
P. ¿Su votante entenderá que pacte con un alcalde que prohíbe, por ejemplo, la prostitución callejera? La Federación de Barcelona no apoya el pacto.
R. Si transmitimos que lo que se logra es cambiar el rumbo, sí. El PAM que se acuerde, si es que se pacta, no puede ser el programa del PSC o el de CiU, será otra cosa. En Cataluña hay un error conceptual: “Si pactan es que ya piensan igual”. La gracia de la política es que provoca extraños compañeros de cama. Los partidos son importantes, pero las personas que ejercen las responsabilidades, hay que dejarlas que trabajen. Debe ser un acuerdo poco partidario, más entre personas que entre partidos. El ciudadano espera soluciones más allá del color político.
P. ¿Se ve con ventaja respecto al PP?
R. Llegar a acuerdos con el PP es difícil de justificar en términos catalanes en este momento y eso nos favorece. Al PSC, electoralmente, le beneficiaría más un pacto de derechas, pero eso no es lo mejor para la ciudad.
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