El fiasco en los ingresos aleja a la Generalitat del objetivo de déficit

El fiasco de dos de las principales medidas que la Generalitat valenciana había anunciado para elevar los ingresos en 2012 le alejan del objetivo de déficit del 1,5% al que se ha comprometido. El Consell pretendía ingresar, al menos, 360 millones de euros con su plan de privatización parcial de la gestión sanitaria, gracias al canon que debían pagar por adelantado las empresas que resultasen adjudicatarias.

El plan de reequilibrio preveía igualmente que la Generalitat se embolsaría 141,6 millones por la venta de inmuebles singulares, como La Cigüeña, en la Alameda, o la sede de la Consejería de Economía, Industria y Comercio, en la calle de Colón, ambos en Valencia. En total, 500 millones de euros que se dan prácticamente por perdidos en este ejercicio y que por sí solos provocan una desviación aproximada del 0,5% en el límite de déficit para el año 2012.

Y los problemas pueden ser mayores. El Ministerio de Hacienda solo ha publicado hasta ahora la ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas relativa al primer trimestre del año. La evolución puede por tanto variar a lo largo del ejercicio, pero los primeros indicadores publicados no invitan al optimismo.

La información de Hacienda indica que la valenciana fue la segunda autonomía que mayor aumento de los ingresos no financieros esperaba en 2012, un 9,96% más que en 2011. Una previsión que solo era superada por Baleares, cuyo plan económico-financiero contemplaba un aumento de los ingresos del 11,64%. Cinco comunidades preveían, en cambio, caídas de ingresos, y varias estimaban aumentos moderados, como el 0,01% de Extremadura o el 2,39% de Castilla y León. La media de las 17 autonomías contemplaba un aumento de ingresos del 0,82%.

Los ingresos de la Comunidad Valenciana hasta marzo, sin embargo, no solo no aumentaron en la línea del casi 10% anunciado, sino que experimentaron la mayor caída de España, con un descenso del 21,72%.

La privatización de la gestión sanitaria no asistencial que se había anunciado ha resultado jurídicamente impracticable. Una de las opciones que tiene la Generalitat es extender el llamado modelo Alzira (que incluye la gestión asistencial de los médicos y demás personal sanitario también por la iniciativa privada) a todo el sistema de salud. Pero esta posibilidad encierra problemas, dada la condición de funcionarios de gran parte del personal, y es dudoso que permitiera ingresar la cantidad esperada este año.

El plan de reequilibrio no solo preveía ingresar 360 millones en 2012 por esta vía, sino que abría la puerta a cobrar otra anualidad por anticipado, como forma de cuadrar las cuentas si el resto de variables evolucionaban peor de lo esperado. Esa especie de red de seguridad también se ha evaporado. Al igual que otros 210 millones que, por el mismo canon a las empresas adjudicatarias, el Consell esperaba ingresar el próximo año.

Tampoco ha tenido éxito la venta de edificios. La congelación del mercado inmobiliario ha dado al traste hasta el momento con la previsión de ingresar 141,6 millones este año. El plan de la Consejería de Hacienda preveía ingresar el año que viene otros 180 millones por este concepto (aunque en este caso por la venta de inmuebles de empresas públicas). Y 70 millones más en 2014.

Todo ello deberá ser tenido en cuenta por la Generalitat a la hora de cuantificar el rescate que solicite al Gobierno a través del Fondo de Liquidez Autonómica. Y le obligarán probablemente a adoptar decisiones de calado. El Consell podría cerrar el presupuesto, pero ello acarrearía otros problemas. Supondría suprimir las transferencias que hoy sirven para pagar a multitud de entidades o asociaciones o para abonar los medicamentos. La otra opción consistiría en volver a la práctica de la Generalitat de reconocer las obligaciones pero no desembolsar su importe, lo que supone desplazar los pagos al próximo ejercicio.