Interior mantiene estables los operativos de ‘tolerancia cero’ pese al cese de ETA

Tras el cese definitivo del terrorismo que ETA anunció el pasado 20 de octubre, el futuro de Euskadi se escribe en clave de reconciliación, pero también de memoria, como se reclama desde partidos e instituciones. Tanto por este motivo como para evitar cualquier incidente, Interior ha decidido mantener estables para este agosto festivo su política de tolerancia cero y los dispositivos de vigilancia contra el enaltecimiento del terrorismo en las calles de Euskadi, pese al cese etarra. Las fiestas de las tres capitales y de buena parte de las localidades vascas tampoco se convertirán en un espacio de impunidad este verano, el primero en muchos años sin la amenaza de la banda.

El final del acoso terrorista se ha traducido en los últimos meses en una polémica reducción de las escoltas que velaban por cargos públicos, políticos, jueces y empresarios, entre otros colectivos amenazados. Esta rebaja no se ha trasladado, en cambio, a la lucha contra la exhibición de fotos y carteles de presos etarras en las fiestas y de muestras de apoyo a la banda o que ofendan la memoria de las víctimas. Tampoco le ha afectado la merma presupuestaria por la crisis.

El operativo para el verano festivo que el consejero de Interior, Rodolfo Ares, impulsó desde la llegada del PSE al Gobierno en 2009 se reanudó a mediados de julio, sin novedades con respecto a los años anteriores.

La Brigada de Refuerzo se sumará al operativo si no tiene otras tareas

En principio, serán las patrullas de las comisarías locales de la Ertzaintza las encargadas de velar por el cumplimiento de la ley de Víctimas en los recintos festivos. Solo ante las grandes aglomeraciones de ciudadanos, como la bajada del Celedón anteayer en Vitoria, en la que pudieron verse algunos carteles a favor del acercamiento de los reclusos a Euskadi, o que pueden resultar polémicos, como el izado de las banderas en la próxima Aste Nagusia de Bilbao, se programarán dispositivos especiales en los que tomará parte también la Brigada de Refuerzo.

Los agentes de esta última unidad contribuirán a vigilar la exhibición de fotos y pancartas cuando no tengan otros cometidos adicionales.

Muestra de la decisión de la consejería es el hecho de que solo en la última semana del pasado julio y en Gipuzkoa la Ertzaintza realizase un total de 144 actuaciones para impedir la exhibición de símbolos de respaldo a ETA o a sus reclusos.

En los seis primeros meses de este año, Interior ordenó la retirada de 981 pintadas, carteles y otros soportes ofensivos para las víctimas o que vulnerasen la legislación por constituir un posible delito de enaltecimiento del terrorismo.

“Estamos muchísimo mejor que estábamos hace tres años y medio y las fiestas transcurren con mucha normalidad y respeto, aunque siga habiendo, desgraciadamente, comportamientos inaceptables de grupos minoritarios”, declaraba Ares la pasada semana a la agencia Europa Press. “Hay que seguir actuando contra ellos y lo seguiremos haciendo, junto con la actuación de la Ertzaintza y en colaboración con aquellos Ayuntamientos que quieran cooperar”, añadía.

Para el titular de Interior, la política desarrollada por el Gobierno vasco “para que no hubiera espacios de impunidad y conquistar para la convivencia y la libertad los espacios festivos, las calles, las plazas y los espacios públicos en Euskadi, ha tenido éxito”.

En lo que respecta a las tareas de seguridad ciudadana, que también cobran particular relevancia en estas fechas, la labor de vigilancia de la Ertzaintza se ve reforzada con la colaboración de las Policías Locales en algunos de los municipios más importantes. Interior lleva tiempo trabajando en esta línea de trabajo entre agentes de diferentes cuerpos e incluso ha integrado a las distintas plantillas en una misma red de comunicaciones internas como forma de optimizar recursos.