Tan cerca, y a la vez tan lejos
Gorbeia Central Park reúne, a media hora de Bilbao y Vitoria, una oferta de actividades tradicionales de las que muchos se han olvidado
“Muchos chavales se quedan alucinados. Parece que pensaban que la leche se saca de un brick”. A la puerta de su quesería, en Ubide, en las faldas del monte Gorbea, Aser Astorgano evoca las impresiones de algunos niños que se han acercado a vivir la experiencia Pastor por un día.
El actual ritmo de vida en las ciudades ha provocado que ciertas ocupaciones, como el pastoreo, nos suenen a siglos pasados, y que cada vez haya más niños que no han visto animales de granja más que por televisión.
El programa Gorbeia Central Park oferta, a media hora de Bilbao y Vitoria, estas y otras actividades que permiten recuperar el contacto con la naturaleza, con los animales y con la tradición.
Quien decide probar a ser pastor por un día, puede conocer de primera mano cómo se cuida un rebaño, visitar una explotación de ovejas latxa, o descubrir el proceso de elaboración del Idiazábal.
“Esto no es un parque temático, aquí enseñamos cómo se hacen las cosas”
Pero, sobre todo, recalca Astorgano, tiene la oportunidad de acercarse a una realidad. “Esto no es un parque temático. El que venga, va a ver lo que hacemos, pero también va a sentirlo, olerlo y hasta hacerlo”, recalca. Por esa misma razón, el visitante tiene que adaptarse a la rutina de la explotación. “El que quiera vernos ordeñar, tendrá que venir a las 7 de la mañana. Aquí enseñamos cómo se hacen las cosas, no programamos espectáculos”.
Por eso mismo, estos programas no consisten en un paquete cerrado de actividades. Como explica Astorgano, la visita es flexible. “No tiene los mismos intereses una pareja de alemanes amantes del queso, que un grupo de chavales que lo que quieren es subir a los pastos y ver las ovejas de cerca” puntualiza. Así, con algunos se detiene más en explicar el proceso de elaboración de Pagobieta, su marca de queso Idiazábal que el año pasado ganó el tercer premio en el certamen World Cheese. Con otros, en cambio, pasa de puntillas por la quesería para enseñarles las cuadras y subirlos en su jeep para que vean pastar a las ovejas, y comprendan cómo los perros las dirigen.
Estos perros pastores también son los protagonistas de otra actividad a pocos kilómetros de Ubide, en Murguía. En El Mundo de Druku, Oscar Murguía, un educador canino, ha montado una suerte de granja-escuela que sigue el mismo espíritu: Conseguir que visitantes y animales interactúen constantemente.
Allí, los perros border-collie muestran sus habilidades dirigiendo a las ovejas, un halcón peina a los asistentes, o éstos alimentan a los caballos. Pero siempre participando e involucrándose en todo. Murguía explica que, en sus instalaciones, "el animal es el monitor". Y es que para él, acercarse a los animales tiene que combinar “instinto y emoción”, que es lo que trata de transmitir a los visitantes. Y todo ello, dentro de un marco natural inigualable, la sierra del Gorbea. “Un paisaje circular”, en palabras de Murguía. “Y es que aquí, si giras sobre ti mismo, mires donde mires, todo es digno de ver”.
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