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Debate sobre la situación económica vasca

Ante la crisis, Euskadi no es tan diferente

Basagoiti: “Hay que tomar medidas drásticas para salir” Larrinaga: “El reto más importante es el demográfico”

Jon Larrinaga, a la izquierda, junto a Alfonso Basagoiti.
Jon Larrinaga, a la izquierda, junto a Alfonso Basagoiti.santos cirilo

Ex consejeros de Economía y de distinto signo ideológico, Jon Larrinaga y Alfonso Basagoiti debaten para El PAÍS sobre la realidad económica y la dura crisis que padecemos.

Pregunta.Se afirma que la situación económica vasca no es tan angustiosa como la del resto del Estado. ¿En qué se diferencia y cuáles son los retos a los que se enfrenta el País Vasco?

Alfonso Basagoiti. Más que hablar de la situación económica, hablaría de la situación social, porque el tema económico afecta a los ciudadanos y a la sociedad. Diría que la situación económica en Euskadi, es muy parecida a la situación económica en España, porque estamos en la misma unidad de mercado, en las mismas unidades administrativas y, también, dependiendo de las mismas directivas Europeas. Entonces, en ese aspecto estamos prácticamente igual. Es verdad que en Euskadi el drama es un poco menor, porque el paro es menor, pero, evidentemente, hay que tomar medidas bastante drásticas para salir de ahí. Otra cosa es que esas medidas puedan ser iguales o diferentes de las que se tomen en el resto del Estado, España o como lo queramos llamar.

Alfonso Basagoiti

Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas, Alfonso Basagoiti fue el primer diputado de la Hacienda vizcaína y participó en la negociación del reestablecimiento del Concierto Económico con el Gobierno central. Alineado al sector moderado del PNV, fue consejero de Economía y Hacienda en el Gobierno vasco entre 1988 y 1991. Ostentó los cargos de adjunto al presidente del BBVA, así como las presidencias de Gamesa, Euroseguros y el Círculo de Empresarios Vascos. Ahora preside la corporación IBV.

“Es absolutamente necesario que haya dirigentes con capacidad de liderazgo y de consenso”

Jon Larrinaga. Desde el punto de vista de la caída del crecimiento, en España y en Euskadi el inicio de la crisis ha sido casi parejo, con un cierto retraso al principio en Euskadi, pero luego rápidamente ‘recuperamos’ los niveles de caída del conjunto de España. En el paro, es verdad que tenemos una diferencia, andamos en una tasa del 16% cuando en España está en 25%. Pero eso, también, se explica en parte porque la evolución demográfica en el País Vasco ha sido distinta de la de España. En España, el crecimiento de la población activa desde 1991 ha sido del orden del 50% y en Euskadi posiblemente del 30%. Eso explica parte de la diferencia en la tasa del paro entre unas comunidades y otras. El comportamiento de la fiscalidad ha sido parecido, y una de las cosas que más me han sorprendido en esta crisis ha sido la elasticidad de caída que tiene la fiscalidad, como por ejemplo en los ingresos del IVA. Luego, Euskadi tiene la particularidad de la industria. Estamos aguantando mejor, porque ha habido políticas ofertadas por parte del gobierno de sostenimiento de la financiación a la industria. Pero, ahora, vamos a entrar en otro bache importante de un par de años y veremos cómo aguanta nuestra estructura industrial.

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Jon Larrinaga

Licenciado y máster en Economía, Jon Larrinaga Apraiz perteneció el Servicio de Estudios del BBV. Fue parlamentario vasco y diputado en el Congreso por Euskadiko Ezkerra (EE). En los noventa, con José Antonio Ardanza de l'ehendakari' fue primero consejero de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente en representación de EE, para después ocuparse, ya integrado en el PSE, de la cartera de Economía, Planificación y Medio Ambiente. En la actualidad es director de relaciones institucionales de Aernova.

P. ¿En qué medida el autogobierno puede ser eficaz para el desarrollo del futuro económico, y una buena herramienta para salir de la crisis?

“Vamos a entrar en otro importante bache económico en un plazo de un par de años”

J. L. Euskadi, incluso al margen de la crisis, tiene unos retos importantes. El más importante es el demográfico. Ya estamos en él, y desde hace 6 ó 7 años estamos experimentando un crecimiento muy importante de lo que es la población pasiva de pensionistas y un crecimiento de los ingresos de la Seguridad Social que no se corresponden con el incremento del gasto. De hecho, tenemos un déficit importante en el tema de pensiones de la Seguridad Social. Un déficit que puede rondar entre punto y medio y dos puntos de déficit de PIB el año 2011. Es un desfase muy importante. Luego, tenemos otro reto importante que, también, se traslada de alguna forma, miméticamente al gasto de sanidad. Es decir, todos los estudios que se hicieron en el marco del consejo asesor del lehendakari, preveían que dentro de 10, 20 años vamos a tener un gasto de sanidad del orden de 2 puntos o 3 puntos del PIB por encima del nivel actual. Por tanto, ahí tenemos que hacer un esfuerzo sostenido en materia fiscal para poder soportar esas cargas. Además, la propia crisis nos está llevando, no solamente en España, sino también en Euskadi, a una insuficiencia en materia fiscal. Uno de los problemas es que la presión fiscal relativamente baja en tiempos normales, es aun más baja en tiempos de crisis como media europea. Había un desfase importante ya antes de la crisis y ahora se ha agudizado más. Por lo tanto, debemos hacer algún esfuerzo en esa materia y creo que los llamamientos a un pacto fiscal que se están haciendo en Euskadi, para sostener la situación en la que estamos, no son mala idea, son temas que debemos abordar. Y luego hay temas ya específicos en el entorno industrial, que son absolutamente urgentes plantear como por ejemplo la fusión de las pymes. En esta misma línea es, también, muy importante aprovechar la finalización de ETA para atraer inversión exterior directa. Y todo esto necesita un marco de estabilidad política que a mí me parece absolutamente necesario. Hemos cerrado un capítulo, hemos cerrado el ciclo de la violencia y tenemos que ser capaces de cerrar el ciclo autonómico. Debemos lograr un consenso mayor del que dio origen al Estatuto en torno a un proyecto definitivo que nos satisfaga a todos. Es un tema que debemos plantear sin complejos, tanto por razones económicas como, evidentemente, por razones sociales y políticas.

“Tenemos que hacer lo contrario de lo que hemos estado haciendo hasta ahora”

A. B. Hay dos cosas importantes dentro del mundo empresarial, hablamos del tejido empresarial, de las pymes en general quitando a las grandes empresas. La estructura de balance de las empresas es más fuerte en el País Vasco. Creo que en los años 90 aquí se hizo una política en la que el mundo empresarial tomó como decisión sanear balances, por decirlo de alguna forma, con las ayudas que había. En eso estamos algo mejor. Las empresas vascas saben producir y trabajar, pero necesitan financiación. Saben competir y fabricar, saben producir con perdidas pero no sin financiación. Además, la economía del País Vasco es muy exportadora, y tenemos un nivel de exportación más que es aceptable, que evidentemente, hay que incrementar. Claro que tenemos retos fiscales que hay que observar, pero la estabilidad política es muy importante; el encaje definitivo del Concierto Económico de Euskadi en España es, también, muy importante, pues tiene sus inconvenientes o sus bondades… Lo que si diría son dos cosas. Lo primero que debemos hacer es reconocer el verdadero alcance de la situación. Cuando oigo hablar a los políticos o a los comunicadores de la situación, me doy cuenta de que no saben realmente lo que está pasando, y esto hay que tomárselo más en serio. Es absolutamente fundamental que haya dirigentes con capacidad de liderazgo, de gestión y de consenso. Veo que el señor Rubalcaba le dice al señor Rajoy, lo que hace unos años Rajoy le decía a Rubalcaba. Cuando veo esto, se me ponen los pelos como escarpias, porque si dos partidos con vocación de gobernar actúan así, imaginaros el resto de la población como lo mira… Necesitamos un cambio, no solamente de los políticos, sino de la sociedad en su conjunto. La mejor manera para lograrlo es tener actuaciones austeras, profesionales y transparentes. ¿Todo esto se puede hacer en Euskadi? Pues pienso que se podría hacer si realmente se cree en el autogobierno, pero yo tengo mis serias dudas. Lo que creo es que tenemos que hacer lo contrario de lo que hemos estado haciendo hasta ahora.

“Los sectores públicos han actuado como bomberos en la economía hasta el año 2010”

P. ¿Y en Euskadi se puede hacer frente a los recortes?

A. B. Para mí es una cuestión coyuntural, es decir, ¿no sé si los recortes hay que hacerlos o no? Desde luego en los últimos 4 años en España y en Euskadi, no se ha hecho absolutamente nada. Voy a dar algunos números; el presupuesto del Gobierno vasco del 2012 es exactamente el mismo que el del 2008, 10.400 millones. Cualquier ciudadano lo que tiene que ajustar en casa es el gasto, y aquí se niega la mayor. Aquí hay 450 empresas públicas, y nadie habla de quitarlas. Hay 140.000 personas que dependen del presupuesto público que es más o menos el 17% de la fuerza activa del País Vasco. Cuando vemos esto y nos preguntamos ¿qué ha pasado en los últimos 4 años?, vemos que se han aumentado las sociedades públicas, y el número de funcionarios públicos. Se ha pasado de un déficit de 900 millones a una deuda viva de 7.000 millones. Por eso digo que debemos hacer lo contrario de lo que hemos hecho y para eso tenemos que tomar conciencia y tenemos que liderar. Pero primero vamos a ajustarnos a la realidad. ¿Se puede hablar de recortes y no hablar de la Iglesia, ni de los banqueros, ni de los militares, ni de los partidos políticos, ni de los sindicatos? A esos no se les toca, y al resto de la población mano dura.

J. L. Concentrándonos en el caso de Euskadi, en esta crisis ha habido dos fases: una primera, contra el sector público, que ha hecho un poco de sostén de la demanda. Esto no ha sido solo en Euskadi, también, en los Estados Unidos, en Alemania, en Francia, en todas partes. Todos los países en la primera fase de la crisis, cuando vieron que el sector público se hundía, se dieron cuenta de que no es una crisis del sector público, sino del sector privado. Entonces, todos los sectores públicos, con independencia de que hubiera gobiernos de derechas o de izquierdas, han actuado como bomberos, prácticamente hasta 2010. Lo que ha agravado el tema ha sido la crisis de la Unión Europea, la crisis del sistema europeo en el que estamos. Ahora, nos toca otra fase, en la que a todos los sectores públicos los mercados les están exigiendo emitir señales de humo positivas que deben ser: el control del déficit, o el incremento de los ingresos en muchos casos. Es un requerimiento del mercado y no porque nuestro sector público se haya desmadrado.

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